sábado, noviembre 30, 2013

Desahuciada

Amor…

que recorres a escalofríos mi integridad
socavando mi corazón, mis entrañas, mi fuerza
¿qué quieres que haga?
¿qué quieres que diga?
si ya no hallo en el alba
más frases para la verdad de tu vida…

sólo poesía
que consuela la mía.

Ya no se qué formularle al olvido
para acordar una tregua eterna
y penetre mis poros con su sentido de ser 
hasta quedar poseída…

tiñendo mi piel
con su miel negra.

Con la luna tomando mi mano
he ido muchas noches
al pabellón del recuerdo
para extraer de mi memoria infestada
tus caricias, tus labios, tu mirada…

pero
para esta mujer enamorada
-desahuciada-
no existe remedio ¡no existe nada!

Y derrotada, vuelvo…
cada vez, con un trozo menos… de mi alma
que, lejos de la tuya, lento muere
e irónicamente
por cada intento de quererte menos…
¡más te ama!


P-Car


viernes, noviembre 29, 2013

Lluvia fresca




Fuiste lluvia fresca
caída del racimo de uvas maduras
que contenía el dulce néctar
de un tiempo sin final.

Fuiste la noche deslumbrante  
de suficientes dos estrellas
que observaron tan profundamente mi alma
hasta lograr enamorarme
a suspiros incontrolables.

Supiste sabotear mi compostura
mientras sucedía un beso
con interminables destellos de esperanza
y sabor a eternidad.

Entonces en un instante
me pareció que eras
el celador de todos mis sueños
cerrando brechas.

Fuiste maravilloso
cubriéndome de suaves pétalos
sustraídos de la transparente primavera
de un cuento de príncipes y princesas
hasta que te amé sin titubeos.

Pero llegó el desastre
de un momento aún inentendible
en que me diste la espalda y te fuiste
dejándome a la deriva
para cuidar solo de tu vida.

Hoy todo es tortura
porque te imagino en otros labios
en otros sueños, en otras pieles
y parece que te veo dibujar cielos celestes
en almas muy lejanas.

Hoy mis alas ya no tienen brío para seguirte
y mi mirada perdió toda su luz.
Mi esperanza, el brillo
mi alma, el color.

Y aunque no lo sepas
a veces veo tu estela pasar
pero decido no hacer nada
y tan solo descargar este dolor
llorando sin parar.

Entonces de mis ojos también cae lluvia
…pero negra…
de tanta tristeza y soledad.



P-Car