martes, abril 15, 2014

Inconmensurable


Fuiste la noche queriendo captar una estrella y sin imaginarlo, te derramaste en mí, cual embalse de luz, lloviendo ensoñaciones en mi sed.

Desde entonces te amé, en un espacio mío… inconmensurable. Y te quise como a nadie, aunque debo decir que mucho más… te soñé. Desde antes y mucho después del breve suspiro en que tú dijiste… amarme.

Por ello no extraño tanto tus manos. Ni tanto tus labios. Sí tengo hoy, una dramática melancolía de aquellas caricias y besos que tenía en mis sueños, soñándome yo, junto a tu cuerpo. Son soñados instantes sublimes que no volverán.

Era tan simple, porque simplemente te soñaba y al soñarte así, no llegaba a mí la palabra sufrir. Pero sin comprensión -ni compasión- me arrancaste de raíz, lo único bello e inocente que me quedaba de ti.

Qué pérdida tan increíblemente efímera pero ¡qué pena más grande! Es una tristeza ¡inconmensurable! que no se me arraiga a esta tierra de silencios: sin semillas, sin quimeras, sin esperanzas, ni a ningún espacio sin sueños de lo que es ahora… mi vida.

Siento que ya no puedo vivir, sin soñar a vivir contigo. Me falta el aire, me faltas, me faltas tanto, de la única forma que yo podía… amarte.



P-Car

4 comentarios:

  1. es todo un honor leerte. un beso marcelo

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  2. Hola Paty: Sabes que te sigo y te aprecio pero a denotas tanta tristeza...
    Es tu estilo y me gusta pero a vece tan llenos de frustraciones y amores
    no correspondidos, pienso que el protagonista de este poema necesita
    urgentemente un nuevo amor para ver la vida como un regalo maravilloso
    que Dios nos concede...
    Un abrazo, Isidoro...



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    Respuestas
    1. Le diré a algunas protagonistas de mis creacines que se vayan a otros versos, jajajaja... para que lo pasen mejor. Es poesía amigo, es poesía...............

      Besitos y gracias

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