jueves, mayo 28, 2015

Espacio mío


Te amé
en este espacio mío
sin frío, sin fatiga.

Espacio incólume.
Espacio detenido.
Espacio de versos.
Espacio infinito.

Y amé con emoción
el sueño de tu amor
en este lugar blanco
entre mi corazón y mi alma.

Allí, sin prisa ni miedo
te amé como a nadie.
No lo olvidaré.
Fue bello.


P-Car

lunes, mayo 11, 2015

De amor y de ausencias

(Dueto versos-pensamientos)

Me inmiscuyo en tu libertad
sin mover la brisa de tu hábitat.
Aprendí a emular la nostalgia
para intuirte, sin que me sientas.

(Es grandioso que en esta hora de prosas  
los vacíos son cápsulas llenas de violetas)

Qué dichosos se ven tus ojos
-claros, dulces, amorosos-
si tus iris decido evocar
en el instante primero del alba.

(En tu leve e impetuosa distancia,
cuánto de amar aprende mi alma)

Si así lo quiero, nunca de mí te vas
en la hora mágica que se ondulan las olas
con la oscuridad que danza en la arena.
Y te confieso que
bajo todos los semblantes de la luna
de las trescientas sesenta y cinco noches de mayo,
entre suspiros sin aliento -sin fin- me besas.

(Ahí, en la cuenca de la playa,
a equilibrio, unión y promesa
me saben los silencios de tu cava)

La noche es augurio y estrellas
si tu esencia descansa en mi aura.
Y mi pecho se abre, cual primavera
en la mitad más quieta del sueño.
Oh…. en esos sublimes instantes
cuánta emoción atesora mi éxtasis.

(Virtuosa es la voz/tu voz que me nombra
en las avenidas calmas de mi remembranza)

Dejé ir el bien de lo imposible
por el caudal de mis lágrimas…
Ahora valoro lo real y tangible
por lo que pido al infinito que
el hecho concreto que no estás
nunca me deje sola.

(Es tan fiel, sólida y tranquilizante
la perenne lealtad de tu ausencia)

Lo sé, de oros fríos es tu obra.
Aquel brillo te lo has ganado.
Pero, eres lo que eres para mí
simplemente porque yo te amo.

(Miro el cultivo privado de tu jardín,
y tus pétalos dorados, ya no dan a luz)

Tú, eres tuyo. Lo sé mejor que nadie.
Pero tu ausencia es mía… solo mía.
Y es que tu ausencia junto a mí
es silueta repleta de tu alma llana.
Es pureza, es amor, es inocencia. 

(No es fácil quererte. Bien lo sé.
Como tampoco es fácil sustentar
el que yo te soñé, antes de soñar)

Solo te pido no desparezcas antes.
Si tú mueres, muere tu ausencia viva.
Moriría el sentido, moriría el consuelo,
moriría el umbral, moriría mi flor.

(y, a pesar de la lucidez y del verso,
de tus hermosos ojos ciegos
y de esta historia sin tangos ni blancos
muchas veces -escondida de tu ausencia-
dejo me gane la partida
 el anhelo de tu ímpetu vibrante.
La tibieza sedosa
de tu carne sobre mi sangre)

Ay… mi perpetuo amor extraño.
Nunca antes dije cuánto te he amado.
Con dolor, con pasión, con sentencia.
Tanto, tanto, tanto… que por ti,
mucho antes que hoy por tu ausencia,
mi vida habría dado.

(Me encanta contemplar tu ausencia
emocionada por leer, una y otra vez,
éstos, mis versos, abrazando mi alma)


P-Car