viernes, noviembre 27, 2015

De verdad, te amo


Estés donde estés, te amo.

Lo siento desde mi plenitud, no desde la carencia.
Te amo siempre, sin detenerme.
Te amo consciente y en mis sueños.
Te amo, sin intentar nada.
Con paz, con alegría, con bondad,
te amo en silencio y en la inmensidad.

Donde estés, deseo la magia de tu sonrisa
bajo tu mirada llena de sueños.
Gracias por aquel trozo de infinito,
en este mundo tan breve y diminuto,
pero tan increíblemente bello.

Mientras aquí estemos, siempre quedará la eternidad.
Te amo con mi piel y corazón, con mi poesía y mi alma.
Con emoción, más aún te amo,
cuando miro el océano y las estrellas.

Te amo…
de verdad, te amo.


P-Car

domingo, noviembre 22, 2015

Amor con amor

Como la nube que abraza la luna
y la ola que azota la arena.
En aquel instante que se esconde del tiempo
junto a las flores albas de nuestros sueños.
Con el aullido ensordecedor de cien lobas en celo
y la música que sube de las cítaras a las estrellas…

yo quisiera
con este temblor que me devora
-las entrañas, la vida y el alma-
encaramarme a la cumbre de tu anhelo
apoderándome de tu aire, agua y fuego
y, con este sentimiento superior,
hacernos infinitamente el amor.


P-Car

viernes, noviembre 20, 2015

Oh mi amado / prosa dedicada

Hoy, hace un año, partió su viaje al cielo un ser muy especial, 
que marcó mi vida, mi sentir, mi corazón y mi alma. Para él...

Oh mi amado
Presagios de piel -mis pies- ávidos se dejan mojar. Entre aguas y curvas, tatúo mis huellas: avanzo sin rumbo. Mi sombra oscurece tu sombra.

Este frío que llevo, petrificó mis mariposas. La nube solitaria sobre el ocaso dorado, ya no provoca mi emoción. En realidad, entre corazón, carne y huesos, la vibración y la sangre, duermen.

Invierno que no sucumbe, duelo que no aclara, verso que no hace estrofa. Y mis labios… que sin tus besos, son lápidas grises del viento, en donde el título apabullado de tu nombre quedó tatuado por siempre.

Dicen que el fin dura un instante, pero... ¿cuánto dura el deceso de quien se ama? Oh mi amado… ¿cuántos infinitos ha de conocer mi tristeza?

Es tu viaje sin regreso, es mi cuerpo sin tus manos. Es la intensidad del silencio de la muerte y el silencio del grito sublevado en mis entrañas. Es tu travesía celeste y este desquicio mío por tu transparencia. Es mi sonrisa ida en tu boca y contemplar este mar a solas. Y es… que todo siga sucediendo a pesar de tu ausencia. 

No, no seguiré así, no debo… porque la grandeza de tu partida no merece la pequeñez de mi pena. Mi bien, ve en paz: despega tu alma de mi soledad.

La eternidad es tu única meta, la mía, olvidar…


Paty


P-Car


viernes, noviembre 13, 2015

Gardenias en invierno

Cuando tu amor era mío, tu cuerpo era el sol. El mío, la luna. Los momentos no seguían al tiempo, si juntos… contemplábamos las estrellas.

Cuando nuestro sentimiento era nuestro, la alegría de la sincronía quedaba pequeña. Para la sed del alma, la eternidad era la dulce gota de agua y el infinito, nuestro único, maravilloso y seguro refugio poético.

Las golondrinas, en nuestro cielo detenían su vuelo y todas, absolutamente todas, las gardenias del mundo… florecían en invierno.


P-Car


miércoles, noviembre 04, 2015

Rayo de luna

Rayo de luna llévame…
…esta noche…
¡¡elévame al universo!!

Quiero conocer el camino al cielo
para allí descansar  
sobre una nube de color ámbar
cubierta por una manta de estrellas

Quiero ver este mundo muy lejano,
pequeño, insignificante
y quedarme allí, en lo alto,
con mi mirada inquieta, contenta
presintiendo el infinito cerca

Mientras espero mi destino final
con cada fracción que el tiempo me dé
versaré como versa un ángel
cuando lo ilumina un lucero…

Y soplaré sabios mensajes
si me ayuda el viento…
para los seres grandes
que leerán sin prejuicios
con el corazón en blanco

Si, rayo de luna bendito
llévame …ahora…
llévame tan lejos puedas
que quiero acercarme al más allá
y muy pronto ser
un hada poeta en la eternidad

No tengo miedo
tengo un buen deseo
y un tesoro en el alma



P-Car