sábado, octubre 28, 2017

Amor de mi vida / mi poesía mil

Estimados amigos y amigas: este día, sin duda, es un día especial. Hoy 28 de octubre es mi cumple-sueños, es decir, se completan sesenta bellos octubres en mi vida.

Y como mi lema no es cumplir años, sino cumplir sueños, hoy -justamente hoy- en que el universo se ha alineado para mí, estoy cumpliendo uno de ellos: mi poesía número mil.

Esta casualidad o causalidad, me llena el corazón de alegría y satisfacción. A quienes lo deseen, en mi fan page de Facebook, cuyo enlace está en segundo lugar de la columna derecha, haré un sorteo para regalar un ejemplar de mi libro “Mil ocasos, una luna”, sin ningún tipo de costo. Ahí los espero.

Un abrazo mancomunado y exponencial a todos Ustedes, a quienes valoro infinitamente y agradezco siempre por su tiempo y lealtad, su amistad y elogios, su apoyo y cariño.

Hagamos un brindis por lo que nos unió, nos une y nos seguirá uniendo… chin chin… ¡Viva la poesía!


M i   p o e s í a   m i l:

Amor de mi vida

Hombre de miradas disipadas,
ser de acrobacias infinitas,
varón de océano y viento.

Amante sin rizoma, sin frutos, sin prado.
Yo te he dado raíz, solo en mí has florecido.
Para ti hice un sol, una luna, un jardín.

Y te hice mío, sin saber tu opinión.
Te bauticé de amor, mi amor…
¡Amor mío!

¿Para qué preguntar?
si te preguntaba, huías.

¿Acaso al ser tuya por vez primera,
tú me preguntaste si, contigo o sin ti,
yo quería ser solo tuya la vida entera?

¿Y para qué insistir que te amaba?
¡oh no! ¡eso menos que nada!
Si te lo recordaba y repetía
tanto hubiese sido el recato y espanto
de amar locamente a quien así te amaba
que antes de esconderte en la lejanía…
solo para ti y cortejar tu soledad
¡me arrancabas el alma!

Y si viva me ahuecabas
¿dónde ubicaría mi jardín?
¿en qué hierba te recordaría?
¿dónde tu mirada sería un cielo?
¿dónde tu corazón se haría estrella?
¿dónde, tu propia alma tendría su paz?

Sin alma ¿cómo Amor mío? 
¿cómo podría sentir como siento
y expresar al tiempo y el universo
no solo que eres mi amor y que te amo
sino que…
eres el amor de mi vida
y que te amo con el alma?



P-Car


lunes, octubre 23, 2017

Siempre octubre

Quisiera purificarme hablando a raudales
de lo doliente que se ha ceñido a mi alma.

Sin embargo, cuanto más se asienta
-es más certero e inmenso-
más, de los labios al infinito,
rojo me tiñe, un inusual silencio. 

Y un grito afónico rasguña grietas
si aún sin tu presencia yo ansío
que tus albas fuesen
como mis esperanzas bordadas a tu lado
y tus noches -ay, largas noches conmigo-
ardiendo leños y bruñendo el habla.

Y como si después de fantasear
no se agudizara el mutismo y la pena
alucino con desalmada insistencia
cayera mi fina lluvia en tu silueta
bailando con tu piel un sensual tango
para que en ti se alzaran altos, muy altos,
el trueno y el fértil aguacero blanco.

Mis deseos son vilmente fervorosos
haciendo inalcanzable la catarsis
al imaginar disemines en mi jardín
con tu extática sedosa boca
nonatos pétalos de rosas.

Quisiera, y mi querer se hace delirio,
de mi núcleo, cosecharas bisiesto
en dulce octubre -siempre octubre-
tiernas almitas pequeñas
bautizadas de nuestras estrellas.

Sin embargo, veme -sin ondear mi aire-   
ensimismada, urdiendo utopías sin hebra,
meciendo cunas de nubecitas evaporadas
y revisando en mi ambidiestra mente
otros posibles finales, todos estériles.

Y para estirar el mal siglo
busco un signo, una ventana
o cualquier señal que nunca llega
mientras lagrimando por tu olvido
queriendo odiarte, mi amor aumenta
y oro por tu destino.

Luego, un poco incoherente, agradezco
por los angelitos que del mundo no supieron
para sobre seguro venir a amar
como yo te he amado tanto tiempo:

disociada, adusta, entumecida,
anidando tan solo
un cúmulo de tristezas tras mi ombligo
empapada como en mis quimeras, si,
pero sin ti en mí
nada más que…
por ateridas gotas púrpura
y desfallecidas primaveras mías .



P-Car


jueves, octubre 19, 2017

Búscame

Recuérdame, si tu senda se enceguece de niebla
porque dejaste de creer en los mapas terrenales.

Deséame, cuando tus sueños no contengan sueños
y el tiempo vacío haga estragos en tu pensamiento.

Piénsame, cuando sepas que la vida y el universo,
el verso y lo nuestro, siempre contuvo un sentido.

Llámame en silencio
cuando el sol muera por el deceso de la luna
y añores -con probidad-
que una luz ilumine tu existencia.

No me procures donde se deshizo mi cuerpo.

Siénteme en la brisa tibia, en la lluvia sedosa, en el oleaje calmo,
en las serranías blancas, en las ermitas, en los jardines brotados.

Encuéntrame contemplativa, infinita y plena
en donde siempre estuve a pesar de tu ausencia.

Búscame en los queridos parajes tan míos
en donde cada instante te cuido y te amo.

Hállame, siénteme y contenme
… ¡entre tu corazón y tu alma!


P-Car

sábado, octubre 14, 2017

Tu providencia

Mírame…
largo y profundo…
como se mira un cielo estrellado
durante la noche más larga del verano.
Pon mi mano en tu pecho.

Lentamente…
derrite mi alma con tu brillo
y deja que la esencia escurra.
Me vaciaré en ti.

No te brindaré lo que no poseo.
Si, todo lo que soy y lo que creo.
En mí no hay objetos ni tiempo.
Te regalaré mi sentir honesto
unido con ahínco infinito
al tallado de mi verdad.

Si me aceptas…
cree y confía en mí.
No temas en amarme
como se ama el alba y el ocaso
con sus arreboles esperanzadores
y los puntos cardinales  
queriendo tocar la eternidad.
Vacíate en mí.

Te gritaré mi plenitud
te deslizaré mis llanuras
te declamaré mis deseos
te ofrendaré mis locuras.

Por un amor así…
¡seré aún más de lo que soy!
piel y morada,
corazón y alma,
caricia y sueño,
sollozo y alegría,
gratitud y poesía.

Así es, ámame y te amaré
con contemplación y pasión
hasta un alcance alucinante.

Y cuando cedan mis huesos
y mis sentidos se hagan cósmicos  
te querré sin palabras, sin lujuria
-más que las más puras del alma-
pero que siempre y por siempre
seré tu amor y tu providencia
¡de eso estoy segura!


P-Car


viernes, octubre 06, 2017

Duele vivir


Tantas veces repetí
que serías olvidado.
Y…¡mírame sin ti!

Pasaron las reincidencias.
Cesó la ansiedad y la ira.
Cayó la última lágrima.

Llena de heridas
tuve que entender
que el sol y la luna
se contemplan extasiados
por instantes del alba y del ocaso
a una refulgente distancia…
¡inmensa e inalcanzable!

Es cierto, sigo amándote
pero de una forma rara
-irónica e inexpresiva-
descolorida, inmóvil y callada.

Tan pálida, quieta y muda
que me cuesta respirar hondo,
mantener la secuencia de mis latidos
y sustentar con ahínco el alma.

Amor…
sin ti, sucede que
duele demasiado seguir.

Duele…
recordarte y el sentimiento,
el sinsentido del tiempo hueco,
la amplitud de la desesperanza
y esta casta honestidad del alma.

Duele…
la laxa rutina,
el final del día,
la piel sin tu caricia,
el verso y la noche infinita.

Duele…
con un dolor seco y oscuro
continuar en esta impavidez
-como si te hubiese olvidado-
aquí y en lugares colapsados
de gentes, ruidos y sucesos   
pero que para mí están…
¡llenos de nada!

Sin más palabras
sin ti…
¡duele vivir!


P-Car