jueves, febrero 14, 2019

Amiga, hoy te contaré


Amiga, hoy te contaré de mi historia. ¿Sabes?... rápidamente sentí que estaba enamorada, pero… ¿quieres saber en qué momento supe que como a nadie lo amaba? Te costará entenderlo, pero estuve segura cuando él conmigo ya no estaba e hice un oscuro listado de desacuerdos, omisiones, artimañas y soledades, todo con el fin de -por fin- olvidarlo. Te sonará familiar esto.

Al repasar muchas veces la lista, desde mi inteligencia decidí que no debíamos intentar convivir, pero al mismo tiempo, supe que mi amor era enorme y profundo porque superaba todo: su actuar, sus vacilaciones, su norte, incluso mi estricto interés de tenerlo a mi lado para que dedicara su vida a mí y siempre me hiciera muy feliz. Repetido principesco cuento.

A pesar de lo vulnerable, egoísta, decadente y terriblemente subjetivo de cada uno, lo seguí amando… tal cual él, pero ya despejada de retrógrados sueños, sin vestirlo con un traje azul, sin la ansiedad de su inmutable atención y… sin una gota de ilusión. Al ritmo que debían, se fueron la rabia y la decepción, la infelicidad y el dolor, y tan solo, puro e inquebrantable, sin ningún escenario inventado, se instauró el amor.

Amiga mía, desde el develamiento de esta nueva vibración, así lo he amado, tal vez de una forma inusitada, pero claramente sustentable para mi alma. Lo amo de una forma no desesperada, de una forma inmensa que parece no tener caducidad, de una forma cósmica que me hace volar, de una forma poética que de emoción me enloquece. De una forma que no me ata, maltrata ni obsesiona, porque sencillamente… es libre, auténtica, autónoma. Tal vez única, con lo que no quiero decir que sea idílica ni óptima. Nada lo es.

Comprendí que amar no es cuestión de fórmulas, de apariencias, de conveniencias ni tampoco de una búsqueda frenética del hombre ideal. Amar es conectarte con tu centro -con la verdad- y sin juicio, culpas o defensas, sentir y aceptar que amas. Al ser auténtica, realizas un acto simple a la vez de inmenso, logrando contigo una comunión mágica, que es armoniosa y se funde con el universo. Créeme que es así.

Entonces entendí que el crecimiento y la plenitud radican, desde un abanico de aspectos propios de esta densidad, en ese contacto sincero y que a pesar de no estar pegada a la piel de tu grandioso amor todo el tiempo, sientes que la verdad se reveló en tu interior y sin parar explota en tus emociones y resalta el rojo de tus venas. Te sientes vital.

Comprendí que las personas pueden irse por mil razones que no son para herir a nadie y que la tuya, la mía y la vida de todos puede terminar en cualquier instante. Que lo mínimo con lo que podemos honrar la existencia es con honestidad, partiendo con nuestra propia elegida versión de seres espirituales privilegiados, que hemos venido a experimentar una historia en la tierra. Es asunto de cada uno, hacerla grande o pequeña.  

Luego de este despertar, sientes el sol distinto, ves las estrellas de otra manera, te abres al hoy, te entregas a este devenir impredecible y te nace, sin condiciones ni expectativas, hacer cosas buenas. Deseas amar todo, lo diminuto y lo grande, lo invisible y lo tangible, lo que te ama o no te ama. Da igual.

Y es que, amiga mía, el amor florece en tu ser, de la cabeza a los pies, de tu mente a tu alma, de tu muerte a tu renacer. Cambias temor por amor, te transformas, te llenas de luz, te llenas de ti misma y del todo. Y ese maestro… que tanto te mostró, está ahí, contigo: te contempla, te abraza, te habla, te cuida, te quiere, te admira… y tú sabes que estará hasta cuando deba estar: quizás se esfume o tal vez, lo lleves a la infinidad. Ya no hay resistencias, desaparecen las listas, no juzgas y te permites fluir, vivir con honestidad, abrazando y compadeciendo la natural humana fragilidad que conlleva, el tránsito en esta galaxia.

Amiga querida: amar a una persona o al universo, un jardín o el cielo, es algo sagrado, un regalo de la fuente y tal vez, la única explicación por la que bajamos a este plano. Es beneficioso meditarlo y liberarnos de tradiciones y códigos rígidos, junto a interpretaciones limitantes. Cada persona o cosa que amas -o te ame- es un maestro que te lleva al entendimiento, al agradecimiento, a la empatía, a la compasión y al perdón. También tú, eres maestro de innumerables almas.

Amar el amor, es lo mejor de la creación: ámate, ama y sigue amando todo lo que quieras a quien quieras. Hazlo… sin alterar el rumbo y el aprendizaje de nadie, hazlo… resonando en paz a cada instante. Guíate por los latidos de tu corazón y por las emociones que te llegan sin una orden de la razón. No te apures que el reloj es un invento perecedero, exprime lo mejor de tu experiencia, sé consciente y respeta. Sé feliz amando, sé libre sintiéndolo, sé generosa al ilustrarlo, sé prudente al reservarlo, sé grande al confiarlo, sé sublime al concederlo.

Y recuerda cada amanecer que cuando termine tu trayecto en la tierra, lo único que te llevarás es el amor. No esos amores superfluos, no el que despiertan los bienes y la riqueza, no ese que acalora y enfría el caprichoso cuerpo. Será aquel que cultivaste y cuidaste con calma, en tu viaje y tu alma. Eso, incorpóreo y sin precio, es lo que da luz, auge y sentido a tu actual y siguiente existencia. El amor lo es todo y amar a una sola persona o al universo, si es puro y sincero, ni mejor ni peor… ¡es amor!

Amiga hermosa: sí, demasiado rápido… supe que estaba demasiado enamorada, pero ahora ya sabes en qué momento realmente supe que lo amaba. Y ahora que tú ya lo sabes, en este instante yo… ¡aún más lo sé!

Oh, algo importante me falta: no me creas nada, duda de todo esto, porque lo único que te dará la certeza de lo descrito es vivirlo. Chao amiga, hasta pronto, hasta siempre, espero que pronto de ti me cuentes. Ya sabes, soy yo, tu romántica amiga, quizás un poco diferente, pero nunca jamás dudes, que de verdad… ¡te quiere!


P-Car



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4 comentarios:

  1. Preciosa carta para cerrar los ojos y reflexionar un poco en nuestro interior.
    Un abrazo querida amiga.

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    1. Muchas gracias querido Rafael, el amor es fácil de sentir pero no de explicar, pero en ello radica un bello desafío, besos amigo, eres un sol.

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  2. Impresionante!! Es un destello de luz sobre las aguas del oasis de la vida.

    De esta vida solo nos llevaremos lo que florezca en nosotros.

    Chapó!! Paty

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    1. Tu comentario enriquece mi prosa amigo, gracias por tu apoyo y por esas palabras siempre bellas hacia mi escritura. La vida es maravillosa con todo Agapxis, y eso hay que sentirlo uno mismo, en el corazón y el alma, y si se dice, mejor, y si se escribe, mejor aún.
      Beso y abrazo, de corazón a corazón.

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