Acércate mi bien
arrúllame en tu pecho
y tarareando lento el tiempo que queda
hazme creer
que la noche es eterna
Llévame donde crecen las azucenas
y allí
cuéntame si hoy la luna
como siempre luce tan bella
Yo estaré con mis ojos cerrados
pegada a tu pecho
a tus latidos
a tu alma
Ay… abrázame
y háblame del viento
que cada tarde le susurra versos al sol
a lo largo de la pradera
o háblame de los astros… del firmamento… de las
estrellas
pero no te silencies amor mío
que si lo haces
oiremos la muerte
No quiero percibir
su presencia solemne
que me sustraerá de tus brazos
para llevarme a una eternidad que sin ti
jamás será tal
Acércate y escucha:
te amo infinitamente
como ningún ser pudo amar
más en este universo
Eres mi razón, mi plenitud, mi fin
y lejana a tu voz, a tu calor
no sabré el sentido, perderé el ímpetu
no habrán colores, no veré la luz
y es que sin ti…
nunca jamás concebiré el amor
Háblame mucho
háblame hasta que me pueda dormir
y así esperar hasta despertar
en muchos ocasos más
de nuevo aquí, pegada a ti
en algún lugar del más allá
P-Car