Hoy… te he pensado.
Sin motivo, crucé el muro oscuro
y giré tu rostro hacia mi rostro.
Hoy... en silenciado silencio
y compenetrada con tu semblante
permití fueses tu mirada.
Te dije… abrázame
acabando con la inercia
y la danza de la vida funesta.
El tiempo nos dejó a solas.
Y la distancia, arropada de discordia, se fue…
derrotada entre las sombras.
Hoy… tú y yo pudimos ser
solamente…
latido y emoción,
inicio y suspiro.
Sí… sin un plan
ni depurar en lo perfecto
hoy te dejé entrar a mi universo
y allí…
encarnados en un instante robado
por un lapsus ínfimo e infinito
-por ti, por mí y este sentimiento-
abrí el portal de mi alma
para que hoy, sin rodeos,
simplemente y tan solo…
nos amáramos.
P-Car