En tu mirada existe, mío y para mí, un espejo
y en tus rojas venas, redimidas hojas al viento.
Te quiero, porque te he querido desde siempre
anterior a saberte de carne y hueso… viviente.
En tu reflejo me moldeo, alcanzo, soy y crezco.
En tu sangre, extiendo y derramo lo que llevo.
Quiero recorrerte, declamar, llorar, descansar y
en el desplayado de tu alma, morirme de danzar.
Por los alcances de mi sentimiento, eres un sol;
por los alcances de tu corazón, creo en el amor.
Te adoro ser hermoso, porque en mí… ¡eres tú!
y solo en ti - con libertad e infinitud - ¡soy yo!
.
.
.
P-Car
Paty Carvajal-Chile
Derechos Reservados.
Propiedad Intelectual.
Imagen: de Internet.