Estés donde estés, te amo.
Lo siento desde mi plenitud, no desde la
carencia.
Te amo siempre, sin detenerme.
Te amo consciente y en mis sueños.
Te amo, sin intentar nada.
Con paz, con alegría, con bondad,
te amo en silencio y en la inmensidad.
Donde estés, deseo la magia de tu sonrisa
bajo tu mirada llena de sueños.
Gracias por aquel trozo de infinito,
en este mundo tan breve y diminuto,
pero tan increíblemente bello.
Mientras aquí estemos, siempre quedará la
eternidad.
Te amo con mi piel y corazón, con mi poesía y
mi alma.
Con emoción, más aún te amo,
cuando miro el océano y las estrellas.
Te amo…
de verdad, te amo.
P-Car