En esta
velada de diluvio, ven a mí
hombre con piel
de vuelos diáfanos,
de aguamiel,
de linos despoblados.
Ser de caudal
sin cauce
ven a mí que añoro
volar en tus
ojos,
nadar en tus
venas,
caminar tus
mapas,
habitar tus
entrañas,
bruñir tus
tesoros.
Ven, abraza
mi nostalgia
y con tu
querer y magia
conviértela
en esperanza.
No desconfíes,
no temas, ven
¡sumérgete y
ámame!
En tus manos dejé
la llave
para acceder
a mis riberas, a mi llama,
a mi enajenación,
a mi calma.
Ser de amor…
mi bien
¡Quiéreme!
En mi cosmos,
en mi palabra,
en mi contorno,
en mi mirada,
en mi corazón
y en mi alma
hace
cuantiosas vidas…
hace mil
soledades…
cansado
existe un siempre
que te aguarda.
Ven a mí, rodéame,
bésame, tenme,
que estamos a
solo tres instantes
-uno tuyo,
uno mío, uno unidos-
de conocer la
eternidad.
.
.
.
P-Car
Paty
Carvajal-Chile
Derechos
Reservados
Propiedad
Intelectual
Imagen: de
Internet