Ojos bohemios me
observan
cuando el fruto
de la vid, versa
trozos elegidos
de pensamientos
verdades que embriagan
la noche
y exaltan sentidos
dormidos.
Veloz como un delincuente
el silencio escapa
con el viento
si mis árboles
silban notas níveas
y sus pequeñas
hojas danzan
presagiando una
alegría.
Emanando lluvia
de estrellas
la luna exhala
uno y otro suspiro
y se escucha
entre los astros del cielo
“vuela
mariposa, alza tus alas…
que el destino
está contigo”
Entonces refunfuña
el pasado
en tono de anciano
fantasma
mientras
camina lerdo hacia su casa
frustrado de motines
y fracasos
en traje de
mortaja.
Y dejo entre
de lleno dicha locura
si mis ojos presienten
la fortuna
mientras con
pies descalzos avanzo
entre los
abedules de mi estancia
donde cosecho mis
más bellos sueños
junto a la paz
y alegría de mi alma
P-Car
Amigos, he citado los abedules en esta poesía,
porque tienen un significado muy especial en mi vida,
ya que mi papá plantó cinco de estos árboles,
uno para cada una de sus hijas,
en el jardín de nuestra casa de entonces.
El falleció repentinamente muy joven,
cuando tenía 39 años. Entonces yo tenía 11.
Por ello, porque lo amo y siempre extraño
le dedico con el alma estos versos.
Paty