domingo, septiembre 24, 2023

Alguna vez para ti, existí

 

Te lo mencioné innumerables veces e insistí

con mis pupilas, con mi boca, con mi poesía:

no nos provoques al quiebre y a la soledad.

 

No me presiones a buscar dentro de mí

un poco de muerte, un poco de consuelo

y, en consecuencia, conocerme de verdad

hasta la condición más pretérita del alma

con todas sus virtudes y todos sus miedos.

 

Y llegar finalmente a conquistarme así,

blancuzca y oscura, íntegra, honorable,

desde el primerísimo suspiro del albor

hasta el suave aliento antes de dormir

y en mis sueños, seguir amándome.

 

Mirarme en el espejo, coquetearme,

apreciarme desnuda, vestida,

fidedigna, sin término,

mucho, harto y más.

 

Me provocaste -pero estuviste advertido-

a tener que explicar que fuiste solo uno más,

alguien que no mereció mi latido, mi humedad,

mi tiempo, mi ilusión, como tampoco mi ira

y menos -oh Dios, no- ¡el resto de mi vida!

 

Te lo dije, tantas veces, demasiadas:

pero no, me incitaste, me lesionaste

una y mil veces y este es el resultado:

ahora, para mí, eres nada, eres nadie

quizás, nada más, un frío túnel oscuro

el cual, paradójica, descalza debí cruzar

para hallar la señal que me alumbrara.

 

Ya ni siquiera eres alguien

que merezca la categoría

de avivar y desesperar en mí

la urgencia de olvidar-te.

 

Ahora vete, no me ruegues

prescinde de mis huellas

y de tus conocidos atajos.


Entiende, alguna vez para ti, existí,

profusa, ignara, quimérica, sinfín...

y ahora, simplemente, no existo.

 

Pero espera... te agradezco... (guarda esto)

así no lo creas -como nunca crees en nada-

¡gracias! si... ¡gracias!

por no haberme amado

como merezco ser amada.

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P-Car



 
 

Paty Carvajal-Chile

N°1483 - 15.02.2023

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lunes, septiembre 18, 2023

Cuando te desvelas


 

Y pensar que sobraban los motivos;

que podría haberme quedado asida

al chasco, al dolor, al odio, a la ira.

 

Hacerlos -por qué no- mis banderas,

mis escudos, mi estrategia, mi causa,

popularizar por dentro y por doquier

mi voz de venganza... y de amargura.

 

Pero no, en un venerable acto

fruto de un revelador instante

opté por una noble elección:

atesoré... solamente el amor.

 

Nada lamento y de nada me arrepiento

-ni de haberte amado ni de aun amarte-

mi vida y corazón no desean algo bajo:

ni otra luz, ni otro alimento

ni otra dicha, ni otra razón.

 

Y tú de mí, de nuestra historia...

¿Qué espacio del corazón habitas?

¿Qué heredad de tu alma cultivas?

¿Qué eliges, qué honras, qué cuidas?

 

Dime cielo...

cuando te desvelas...

al abrir y cerrar tus ojos

¿con qué te quedas?

.

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P-Car



 
 

Paty Carvajal-Chile

N°1478 - 03.02.2023

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📷 Rafal Olbinski

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lunes, septiembre 11, 2023

Si yo pudiese

 

Si yo supiera qué hacer contigo,

si yo supiera qué hacer conmigo.

Si tan solo en mí hallase  

el verso acertado del olvido.

 

El inclemente reloj

cuando ningún ángel lo acompasaba

marcó con daga púrpura mi hora.

 

Y mi cuerpo acusó el padecimiento

de tan solo ser…

de la perfidia de tus manos

y nada más oír…

el verbo ignaro de tus labios.

 

A solas, todo fue, mirar el espejo

y convencer a mis ojos, de la realidad:

mi siempre tornadiza verdad.

 

De mis pupilas brotó sangre

y mis benéficas lágrimas

baldearon la evidencia.

 

El chantaje reinante

es mi excéntrico corazón

que insiste, en tu reinserción.

Y mi epidermis desquiciada

que en cada trasnoche  

revalida tu carácter.

 

Y tú, el invisible acusado

que arduo defiendes lo tuyo

en inanimado mutismo.

 

Lo vejatorio es que no hay legitimidad 

si juez y víctima son la misma persona

amando sin limitación... al agresor.

Y temblorosa, sostener en las manos

un severo veredicto, prescrito

desde antes del juicio.

 

Si tan solo yo supiera…

qué resolver, dónde ir…

 

Si yo pudiese -ay mi Dios- sin litigios,

en un santiamén, mi alma condenar

a la concluyente inyección letal

de un eterno sueño amnésico,

el mío y el tiempo todo

¡sería tan distinto!

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P-Car



 

 Paty Carvajal-Chile

N°1291 – 25.08.2021

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📷 Anders Rokkum

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lunes, septiembre 04, 2023

Sin ser tu afán

 

De tanto en tanto, feliz danzo

con las candelillas de mi pasado

y se me regocija la esencia y el día

con el movimiento y la melodía.

 

Y también, a veces, sin desearlo -de pronto-  

debo arrullar lobregueces que creí enterradas

sacarlas de su cueva, mirarlas con precaución

hablándoles bajito para no despabilarlas del todo.

 

Y pido que la libertad del mundo no juzgue ligero

y que ojalá se me conceda un momento del tiempo

para oírme un par de relatos, dando con precisión

embarazosas faltas y magnánimas razones

peliagudas desventuras y afligidas penas

enormes desaires e indebidas condenas.

 

Y entonces, abrir amplios sus corazones

tranquilizándoles sus estrictas mentes.

Y que la confesión, la comprensión,  

la dulzura, el perdón y la holgura...

inunden los ríos grana de sus venas

para aquietarse, al final del trayecto,

en los estanques azules del espíritu.

 

Y, aunque suene a utopía,

ofrecer un gozoso presente

que borde con colores cálidos

el lienzo de futuros recuerdos.

 

En esta grisácea parte de mi verso

penosamente se impone este “pero”

que lo errado oxida y nada revindica.

 

Pero...

es bárbaro que sea moda en esta era,

que muchas veces, muchísimas gentes

de su comprometido o vacante reloj

ni por casualidad te concedan

ese mísero momento siquiera.

 

Y pasas a ser una estatua

antigua y medio trizada

invernal, sin lagrimales,  

invisible para los apurados,

a mitad de un enorme parque de lápidas

entre veteranas arboledas con aroma

a la mortal muerte de la distancia.

 

El cariño frustrado, sangra sus penas

y aunque el alma se sabe inocente cual luna

no pierdes de vista sus realidades para

-así de un poco de trabajo- entenderles...

y sin sumar causas ni amputar raíces

les sigues queriendo, como siempre,

desde antes de mecerte en la cuna.

 

Sin ser tu afán, excesivas veces,

lo interfecto, antes de inhumarse,

te marca con tinta tostada la frente

y coladas miserias tiñen tu calendario.

 

Y tu verdad toda, es enmarcada...

por un infinito futuro de silencios

que, con escusas, lividez y disimulo,

te aparta de entrañables miradas

que añoras porque extrañas.

 

Seres que, en este complejo vital camino,

de múltiples contrastes no premeditados

y los esforzados insuficientes aciertos...

son, ni más ni menos, quienes más amas.

 

Tengo un nudo...

¡en la garganta del alma!

pero como tantos otros hábitos forzosos,

lo soporto, sin combate, eso sí, con degaste

porque de a poco, asimilo su rasposo mensaje

hasta que... el tiempo autista,

la medicinal madrugada

y la terapéutica poesía

...¡me lo desaten!

 

Y la piel retorne a su satín

para que las rosadas caderas

vuelva otra vez... a sacudir.

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P-Car



 

Paty Carvajal-Chile

N°1466 - 20.01.2023

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