domingo, septiembre 26, 2021

Vida tras vida

 

A veces ella quisiera oír respuestas

de preguntas que aún no modula.

De tanto en tanto, ella oye una voz

-otro lenguaje- que murmura.

 

En escasos instantes

ella interpela un abrazo

-uno bello y extenso-

¡que la ensamble!

 

Hechizada de luna y estrellas,

de vez en cuando, ella se estremece

noches enteras -eternas-

hasta que amanece. 

 

Exaltada, entre dispares relojes,

acatando el hambre del cuerpo

ella se hace témpano

de sol a sol.

 

Más, al entrar a casa

y ver sus ojos en el espejo

necesitando comulgar

en su nido, en su altar,

ella no se encuentra.

 

Sobreviviente en su copia,

espantada, no logra hallar

su versión original.

 

La oriunda esperanza es

que en su textura infinita,

ella aún está ahí, íntima,

genuina ¡avasalladora!

 

Con su mudez dolorosa,

atascada en la garganta

de pronto, algo leve musita

pero muchas más veces,

ella rotunda muere

de tanto morir.

 

Todo se trata de seguir ahí:

resistir, no resistir, resistir.

 

¡Qué admirable! (o pavoroso)

Revés tras revés, luto tras luto.

Aguardar algo, pero que ella

-y su devota réplica-

ignoren qué es.

 

Balada a balada…

en su mística ventana.

Miradas empañadas.

 

Ella con ella, un alma sola

espeluznada de existencia

y de solidez vacía. Dolor.

 

Alondra sin su alba,

ola sin su mar,

hora a hora.

 

Deseo que se sueña deseable,

sueño que se desea asimismo.

Esencia, epidermis, sexo,

ataúd, huesos, olvido.

 

¡Vida tras vida!

¡fe infinita!

¡Amor!

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P-Car

 

 

Paty Carvajal-Chile

Derechos Reservados

Propiedad Intelectual

Imagen: Adam Martinakis


domingo, septiembre 19, 2021

Un rincón de la creación

 

Debe constar

un rincón de la creación

en donde podamos ser libres,

extensos y felices,

tú y yo.

 

Donde transitemos con amplitud espiritual

el océano, el cielo, la playa, la montaña…

sin titubeo y miedo inconsistente,

sin memorias de soledad, latentes.

 

Ocupemos nuestros cuerpos

sin relatos de desamor socavando la piel,

sin un adiós asediando la pasión.

Sin la muerte desnuda, filuda,

aguardando alrededor.

 

Sí cariño, debe existir ese sitio

soñado por ambos, buscado por los dos,

hecho para nosotros, en que tú y yo,

podamos resucitar la fe y la alegría

en la pureza, en el amor, en la vida.

En la ternura, la providencia,

el sol, la luna… ¡la poesía!

 

Porque creo en Dios,

en el universo, en la plegaria.

En nuestra historia,

en la energía, en la magia.

 

He de buscar, he de buscarlo.

¡Busquémoslo!

el resto de nuestros días en la tierra

y si no nos alcanzan…

¡en la eternidad!

 

Lejos, cerca, da igual…

sé que paralelo debe existir

ese terruño con esa estancia

y no sea solamente en mi alma

donde se extienda, llano de habitar.

 

¡Ay… devoción de mi existencia toda!

y por fin logremos confiados, a nuestra hora,

dando las gracias, ese paradisiaco lugar

hallar, disfrutar, cuidar…

¡e infinitos, adorar!

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P-Car



 

Paty Carvajal-Chile

Derechos Reservados

Propiedad Intelectual

Imagen: de Internet


martes, septiembre 14, 2021

Rosado instante

 

Y yo, que creí haber querido

¡haberlo adorado!

Oh, extinto pensamiento:

estéril vereda sin bruma,

sin espuma, sin cuna…

¡Sin inmensidad!

 

Yo, que anhelante sujeté su mano

sinopsis de un azuloso relámpago

que promovió mi sudor y mi canto.

 

Que le conduje a mis praderas

a sembrar sus guapas semillas

enervando las corolas de la tierra.

 

Yo, que sin escudriñar lo suyo

le sometí a mi prosa, a mi llanto,

a mi sordidez… ¡a mi espanto!

 

Yo, la despierta, la insomne, la hacedora,

obrera, en los valles y macizos del arrojo.

Estrella resbalada del cielo,

incendiada en sus ojos…

Flor de un retoño, sí, yo…

¡calcinada de pronto!  

por error y abandono.

 

En este, ajeno y propio

peliagudo bosque, llamado vida

ya sin astros, ya sin brisa,

ya sin agua, ya sin luna.

 

Sin sus cultos ojos

que todo lo vivifican

que todo lo enternecen

que todo lo iluminan

que todo lo fortalecen.

 

Yo… ¡yo no sabía nada!

ciertamente de él… ¡nada!

Ni de su tedio, ni de su pena,

ni de su empeño, ni de sus guerras.

Nada… ¡de las cruzadas

y conquistas de su alma!

 

Sin su vuelo de ilustrada águila

sobre marchitos de desmayados

incontables albas y ocasos,

todo lo que hoy sé,

todo lo que hoy soy,

lo he debido entender, incubar,

sin su vena, sin su venia,

sin su calor, sin su amor.

 

Presa, entre límpidos cristales

-barrotes de hielo y de fuego-

he frisado mis huesos, he estriado mi nicho,

he vaciado mi sangre, he olido mi desenlace.

¡He llorado!

¡He sufrido!

 

Oh, nubes corpulentas que chorrean  

lágrimas pardas, de arena, de tierra

sobre los capullos, sobre las piedras.

 

Oh, viento denso, rumor de llantos,

que arrastras por avenidas vacías

la congoja y el duelo de tantos.

 

Oh muerte, que me miras recto

atravesando mis pupilas

de espeluznante miedo.

 

Véanme aquí -adviérteme vida-

con mi novela, con mi perfidia,

respirando oculto, cada segundo

agradecida, sí, es verdad,

de aún estar. Más… así…

¡en la más pedante soledad!

 

Rosado instante, de mi ralo corazón,

así y aquí, literalmente partida en dos

por el agudo filo de la indignidad  

quiero aseverar, desplegar:

de su hidalguía que venero,

a sus cálidas yemas, tan mías…

 

Enterrados ya, el ego y orgullo,

ante mi Dios, mi tedio y el mundo,

en este anémico atardecer del sentenciado anuario

con tajante certeza, así duela, juro…  

-consciente y espiritual, cabal-

que, más que nunca, con mi alma,

así no me abrace nunca más

de verdad yo… le amo.

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P-Car




 Paty Carvajal-Chile

Derechos Reservados

Propiedad Intelectual

Imagen: Adam Martinakis


miércoles, septiembre 08, 2021

Fe de errata

 

Qué es la verdad

sino una bocanada de viento

que a veces, se convierte en tempestad

y que, de tanto en tanto,

nos expele en la cara

su helado bostezo.

 

Qué es el tiempo

sino una avalancha de nieve

que escabrosa se desprende

-con el rostro blanco de la muerte-

de la empinada montaña de la vida

y abrupta, nos cae encima

sin emitir ruido alguno

-cual injusto infortunio-

 

 Qué es el amor, ah, el amor:

Agua recóndita del desierto

que brota sensorial, deliciosa,

como un premio, un prodigio,

para saciar nuestra constante sed

y hacernos reaccionar que sí

¡que aún estamos vivos!

 

…y que siempre hay una noble causa

para levantarnos y no renunciar

al anchuroso difuso destino

de constantes sinsentidos

que nos lleva a la luz.

 

¿Que… qué es el olvido?

¿Ahora me preguntas tú?

 

¡Nada! ¡el olvido es ficción!

Un premio de consuelo

en una caja vacía.

¡Un espejismo!

¡Una ironía!

 

¡Fe de errata!

El olvido sí… es algo:

Un ente sin rostro, sin aura,

sin huella, sin sombra, sin casa…

que muchos buscaron ávidos su promesa

de borrar de la memoria, algo importante

pero que nadie, que yo respete,

halló jamás…

 

…al menos

-lo juro con mi sangre-

entre los pocos dignos valientes

¡que enfrentaron su verdad!

¡que envejecieron con dolor!

¡y que amaron con el alma!

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P-Car

Paty Carvajal-Chile

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Imagen: Adam Martinakis


jueves, septiembre 02, 2021

Y te seguí amando

 

Entró la negrura y te seguí amando

floreó la soledad y te seguí amando

golpeó la tristeza y te seguí amando

remeció el hastío y te seguí amando

creció el vacío y… te seguí amando.

 

Y por fin, fragante, apareció el olvido

e inconcebible, sí… te seguí amando.

 

Entonces humilde, llegó el silencio

y en un envite sin precedentes

hicimos el amor la noche entera.

 

Tal embeleso me encendió poeta

y solo con él quise estar

mientras bien amaneciera

los albas, de mi vida entera.

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P-Car



 

Paty Carvajal-Chile

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Imagen: de Internet