Si nada resulta más
que la angustia
busco en mi
interior, la dosis serena.
Si voy a mi nido,
grito
en mi columna,
tiemblo
en mi venas, me
ahogo
en mi corazón,
sollozo.
Busco mi alma (oh,
mi alma)
¡mi eje, contención
y brío!
¡No está! Sí, ella
se ha ido
arrebatándome el
sentido.
En presencia del
vacío
no es más que
evocación.
Su mitad ilusionada
en otra se deshizo.
La más devota
en busca de Dios
tras el aura de
un lucero
¡desapareció!
Sin mi impulso esencial
e indolente ante
un mañana
sin garbo, sin
lastre
fulminada por el
eco de este verso
¡apagarme quiero!
P-Car