Este día, a esta
hora me pregunto
¿qué siento después
del éxito de olvidarte?
Mi sensación
no es de liberación.
No es de
aventurarme en otro amor
como un ave osada,
empoderada
con las alas recién
tatuadas
en un aire de
serpentinas.
Antes me
dolías, es cierto, te amaba.
Te extrañaba,
te deseaba, te soñaba,
te llamaba,
lloraba. ¡Te amaba!
Sabía la medida
de mi pena,
la abarcaba noche
y día.
Era mi amorosa
realidad,
de nadie más
que mía.
Tenía
esperanza de volver contigo
tenía
esperanza de superarte…
¡Tenía
esperanzas!
Hoy, lo único
resuelto es que mi vacío está quieto.
No hay rostros,
todo está en orden y claro.
Mudo, como un
agro de hojas secas
en donde, el
viento no entra,
y yo, miro
hacia afuera
con pupilas
de muerta.
El mundo sin
ti sigue igual. El mismo vértigo,
el mismo
cansancio, la misma desolación.
Iguales silencios
e iguales mentiras
para las
moribundas preguntas
que no cesan
de gimotear.
La misma jaula,
la misma arritmia,
la misma desidia,
el mismo dolor.
La misma gula,
la misma flacura
la misma
perfidia, el mismo horror.
La misma
escasez de pan -y de paz-
la misma
escasez de fe -y de amor-
Ay, si
pudiese virar el relato
elegiría no
haberte olvidado.
Gallarda y
cobarde (¡cobarde!)
optaría por
la conmoción de atarme
a una reducida
veracidad, conocida
¡mi egoísta encantadora
certeza!
No creas que me
volví medio loca. Es que
prefiero enfocarme
en mi ínfima derrota
y no en la descomunal
e insalvable de…
¡Más de siete
mil millones de personas!
Y tú, que me miras
para suicidar el tiempo
y callar a la
fuerza el íntimo constante ruido
-de nuestra
verídica historia, del real mundo-
alguna vez
consignaste tu iris a las estrellas
y te
preguntaste…
como si toda
tu vida
la hubieses
dormido
(¡toda tu
vida!)
¿Qué hay tras
el poema?
¿Qué existe, luego
del yo?
¿Qué gime,
muerto el amor?
¿Qué viene, después
del olvido?
.
.
.
P-Car
Paty Carvajal-Chile
Derechos Reservados
Propiedad Intelectual
Imagen: de Internet