jueves, septiembre 26, 2019

Inminente fin


Los mismos espacios que tu frenesí llena
ensanchados de bravío gozo, y dolencias,
existen, dramáticamente vacíos de pena.

Esas zonas que censuraron y protestaron,
que ganaron y amaron, nada más gimen.
Perdieron sentido. Se desvanecen grises.

A cada nuevo preludio de otro instante oscuro
no saben otra labor que llorar lágrimas de lodo
hasta el trance anterior, amor, al trágico ahogo.

Son mi tez, mis caderas, mi cuello, mis labios,
más todos los órganos, hebras, huesos y lagos 
que sobreviven sobre y bajo mi piel, rodeando
mi desahuciado corazón, moribundo y pálido.

Esas zonas que son toda yo, son todo tú, ¡siéntelo!
Sin tu presencia o tu ausencia -volviendo siempre-  
sin tu ardor y propósito, todo desaparece, ¡créelo!
Y si muero, como mi todo eres tú, mueres en mí.

Extrañándote de la forma mortal que te extraño,
extrañamente juntos, extrañamente agonizamos.
Nunca quise verte inanimado. Sí, amor, todo di,
y por ti, de vida, mi felicidad te hubiese saciado.

Mi casi extinto bien, de mi casi remitida alma
en este inminente fin, di que me perdonas, sí
porque sentenciada, en la cruz de tu falta
yéndome de amor lapidada, involuntaria,
peco por extinguir… tu brillo y tu llama.

Con mis vaciadas partes de luz tú llenando
¡ya despegamos amor! más parto llorando…
porque aún teniéndote tan dentro de mí…
muero dos muertes sin irme en tus brazos
y tres, sin de tu nítida voz, oír un te amo.
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P-Car






Paty Carvajal-Chile
Derechos Reservados
Propiedad Intelectual
Imagen: de Internet

viernes, septiembre 20, 2019

Subterráneos


Ningún humano sabe de nuestro querer
porque nuestro querer es impalpable
ni pretende dejarse saber. Para qué?
Nacimos mi bien -mi vida, mi ser-
en una orbe, formalmente cruel.

Y es que nuestra fe no pende de un papel
no responde a lenguas de gentes o jueces
solo se escucha a sí misma, sus bondades
orando al albor y al ángelus, sus altares.

Nuestra pasión explota bajo los parajes del mundo
esos que ostentan los que dicen amar y nada creen,
nada luchan, nada cultivan, nada dan, nada cuidan.

Somos el hondo pozo que sostiene el aguacero
somos, de los volcanes expectantes, el fuego.
Somos el temblor mudo entre continentes
somos la poesía, aún virgen de audiencia.

A la vez, somos la tierra y el agua mansas
que en espiritual silencio surten de savia
los siempre reservados agros y montañas.
Los robustos rizomas de un renovado mundo
que su eterno tiempo de ser luz
infinitos aguardan.

Y, artísticas de movimiento y color,
pacíficas y puras, colmadas de gozo,
las flores que cortejan coloquiales el aire
son la profusa prueba única
de que aquí estamos, subterráneos sin culpa
¡amándonos como nadie!
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P-Car




Paty Carvajal-Chile
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Propiedad Intelectual
Imagen: de Internet

lunes, septiembre 16, 2019

Sin querer


Amor, le dije adiós, sin parar a meditar.

Al instante incipiente que sufrí su falta
mi liado corazón supo la única verdad:
que tácita y durante mi existencia toda
cada micro segundo de cada larga hora
como a nadie antes, lo amaría aún más.

Vida, sin querer, modulé un hasta nunca.

A la vez que lunática procedía mi mente
mi cuerpo enfrió piel, ondas y afluentes
y mientras los madrigales gimoteaban
mi erudita y asumida alma, elocuente
un inaplazable hasta siempre! musitaba.
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P-Car




Paty Carvajal-Chile
Derechos Reservados
Propiedad Intelectual
Imagen: de Internet

viernes, septiembre 13, 2019

Al clarear


Si después de una descomunal apatía
de adioses sin tres puntos suspensivos
de querer inhumar soledades intratables
de mucha frase dicha con saliva cáustica
y de memorandas borracheras de lágrimas…

Y si luego de, en exceso, destejer noches sin sol
y registrar la imagen de la negrura al amanecer
usted y yo… convenimos encolerizar al silencio
respirando lento y profundo en magna desnudez
hasta que de tan simples nos tornemos hermosos
bebiendo lento, la garúa de los cielos más hondos?

Ya vendrá ese espiritual sexo con amor fecundo
con cada movimiento sísmico que sobrevivamos y
poco a poco, los milímetros nativos conquistados.
Así arrojaremos -uno a uno- los recelos rústicos
hasta llegar a empalmar… ¡el corazón y el alma!

Pero ahora, bajo este singular cenáculo de astros,
antes que nos tiente, sacuda, examine y alcance
otra duda, otro pesar -o la calavera de la víctima-
juguemos desmedidos a estar vivos, felices y ciertos.
Quizás, al clarear, por jugar a soñar… ¡lo estemos!
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P-Car




Paty Carvajal-Chile
Derechos Reservados
Propiedad Intelectual
Imagen: de Internet

viernes, septiembre 06, 2019

Un planeta renovado


Observando la pobreza tras adalides mintiendo,
oliendo pérdidas, sumando apatía y desolación,
sintiendo que cada día nos aísla más el temor y
secando torrentes que lloro de neta impotencia:
te evoco, te busco, te imano, te siento, te quiero.

Tu entidad me amplía, tu mirar me inspira,
tu querer me alcanza… ¡solo tú me calmas!
Y, sin que te enteres, mi pecho te arrulla
cuando también tú a mí me quieres -¡sí!-
para paliar tus vacíos y consolar el alma.

Es que… sin dotarnos de nada asombroso
este sentir espaciado, cada vez más íntimo
-extraño para inconsistentes comentarios-
cada ciclo que pasa, nos convierte un poco.

Porque este amor, sea como sea es amor
y de injusticias que carcomen los sueños
y de soledades que construyen desiertos  
y de triste mortandad de vital esperanza
y de absoluta penuria espiritual, el amor,
solo el amor ¡solo este amor! … nos salva.

Precisamos un planeta renovado ¡está claro!
en el cual no necesitemos desaprobar tanto.
Pero mientras así estemos, así no aparezcas,
estás en mí, brincando en mi infinito medio
y tu sola existencia me dona virtud y fuerza.

Cuando el mundo real, consternada me deja
y el gran universo me afrenta la confianza,
tu nívea piel nativa, tu frecuencia primera
tu sentir inmaculado, tu originaria belleza
¡parábolas de altozanos y luna me cuentan!
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P-Car




Paty Carvajal-Chile
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Imagen: escultura “Amor” de Alexander Milov


¡Maravillosa y emocionante obra de arte!



martes, septiembre 03, 2019

He aquí


He aquí una piel que no es ficción,
he aquí una lírica que no es carne,
he aquí un esplendor que no arde,
he aquí un gozo que no es unción.

A la par, he aquí, denuedo y merma,
tropiezo y caos, tormento y tristeza,
en una esencia que, pase lo que pase,
en las pilastras del alma se sustenta.

He aquí, un corazón y su leyenda,
sus luces, sus grises, sus tinieblas:
un ser, una mujer, una existencia,
igual de pecadora que de perfecta!
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P-Car




Paty Carvajal-Chile
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Imagen: Ekaterina Zajvatkina