Hay años en
que todo sucede ordenado
las
estaciones, el calendario, el reloj,
el quehacer,
los diálogos, los pasos.
Todo es tan
parejo, que hasta dudamos
si esto es realmente…
vivir la vida.
Pero de
pronto, sin aviso, sin proyecto,
en un
instante se convulsiona todo
y las ideas,
el corazón y el tiempo…
nos parecen
tres caballos desbocados
corriendo por
una pradera de estrellas
hacia el
arcoíris del merecimiento.
A partir de
aquel evento inesperado
la vida
cambia, porque en tu senda
se marca -siempre
para bien-
un antes y un
después.
Todo lo ocurrido
previo a ese instante
tendrá su
razón de ser, su validez.
Cualquier
emoción -cualquiera-
soledad,
ansiedad, sinsentido,
inercia, cansancio,
tristeza.
Aunque te
cueste creerlo
cuando
sueñas, esos tres caballos
-que en tu
alma moran-
van a la luna
a traerte
dosis de confianza,
paciencia y
mesura.
Prométemelo…
no arquees tu
espalda
no reprimas
tu don
no esquives
el alba
ten fe… no
sucumbas,
los milagros
rondan…
La vida, es
magia pura.
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P-Car
Paty Carvajal-Chile
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