miércoles, marzo 13, 2013

Acariciando el fin / Dueto con mi hijo Sergio





Sueñas con tu nombre escrito en la lápida
y sabes que raudo te desvaneces;
de inmediato, tus errores te atormentan...
desesperado, sujetas con ímpetu aquel rosario.


Rápido pasa la vida frente a tu mirada:
imágenes, nombres y ese recuerdo
de haber traicionado el más puro amor en tu alma,
por una bocanada de ambiciones.

Con la piel incolora te vas acercando a la muerte,
entre gemidos, proclamas repetidamente su nombre,
evocando afectos tan profundos
maltratados por un cegado egoísmo.


El reloj no te puede devolver hacia el pasado
al rescate de esa mirada que sacrificaste
e intentar remediar el hondo dolor causado,
confesando tus aún intactos sentimientos.


Acariciando el fin florece una irreconocible sabiduría
que comienza a apaciguar tu espíritu,
al entender que errar es innato a lo humano
y que Dios no duda en amparar al contristado.


Porque somos artífices de nuestro destino
en este arduo aprendizaje de lo verdadero,
en que la existencia en la tierra es sólo un paradero
que nos conduce hacia la eternidad.



Sergio y Paty


14 comentarios:

  1. ¡Cuánta verdad hay en tus versos Paty...!
    Un abrazo en la noche querida amiga.

    ResponderBorrar
  2. paty y sergio son dos maravillosos poetas. un gran beso dulce amiga carlos

    ResponderBorrar
  3. Rafael, nuestros versos están inspirados en todas las realidades que uno ve alrededor... más una pizca de imaginación. Un beso amigo y gracias por tus visitas. Eres parte de este rincón.

    ResponderBorrar
  4. Carlos. Gracias amigo. Ambos tenemos estilos distintos y nos cuesta ponernos de acuerdo, pero el amor es así, al final encuentras el equilibrio para hacer algo bueno. Besitos amigo y que estés siempre muy bien.

    ResponderBorrar
  5. Paty os ha quedado un precioso dueto: versos de tu hijo, enlazados con los tuyos, habéis dibujado el reloj del tiempo hasta llegar a la muerte.

    Un beso.

    ResponderBorrar
  6. Alguna vez experimentaremos esas sensaciones que describen en sus versos, entonces sabremos hacia dónde vamos.

    Besos dulces y Feliz día.

    ResponderBorrar
  7. Hola María, gracias amiga, me gusta hacer estos trabajos con mi hijo, nos une más aún y lo pasamos bien haciéndolo. Besitos.

    ResponderBorrar
  8. Dulce, esperemos no tener tantas culpas y antes de acariciar el fin, haber resuelto temas pendientes. En el fondo ese es el mensaje, porque no hay que esperar enfrentar la muerte para buscar a alguien y decirle lo que guarda el alma. Además la muerte puede estar cerca siempre y nosotros no darnos cuenta... Cierto? Gracias amigo, un beso para ti. Buen fin de semana!!!!

    ResponderBorrar
  9. Sinceramente amiga, tu hijo y tú, son dos gotas de agua...yo que sentía que te conocía, me costó sinceramente identificar desde el alma, quién emitía qué verso, que estrofa, que sentido más intenso, aromático, sublime y espiritual...wuuau, me quedé como suspendida!

    ResponderBorrar
  10. Vaya, siempre empezamos a entender cuando los relojes se niegan a devolvernos al pasado. Quién sabe, quizá sea mejor así, errar tiene su emoción.
    Un abrazo.

    ResponderBorrar
  11. Querida Eileen, dicen que lo que se hereda no se hurta.... jajajaja....... Gracias amiga bella, me encanta tu opinión de Sergio y mía!!!! Besos para ti.

    ResponderBorrar
  12. Es la historia de nunca acabar Amando. Cuando perdemos algo lo valoramos más que nunca, incluso la vida. Entonces recapacitamos, somos humildes y queremos tener lo que ya no puede ser. Gracias y un abrazo fuerte.

    ResponderBorrar
  13. Moribundo, postrado en una cama, rememora un hombre ya viejo lo que fue su vida. Quiere irse abrigado de felices recuerdos, pero su memoria le trae al fantasma de aquella su felonía. Intuye que esa maldad marcó su suerte, siente que esa deuda la pagará con creces llegada la muerte.
    Rosario en mano, pide perdón. Se excusa en su debilidad humana, se acoge al arrepentimiento del último minuto, porque Dios es bueno y no castiga a quien se arrepiente en artículo de muerte.
    No le falta razón al anciano, Dios es bueno, justo y sabio. Por lo primero sabe perdonar, por lo segundo sabe a quien concedérselo y por lo tercero sabe diferenciar, al que ruega porque en verdad se arrepiente del que suplica sólo porque lo consume el miedo a la muerte. Un final abierto (sólo Dios sabe donde irá el anciano) y una verdad irrefutable que dice, cada quien responde por sus actos. Vive del lado bueno y con honestidad, que aunque yerres, el error se perdona, no la maldad.
    Una obra compleja, bien armada y sentida, que puede mostrar muchas aristas dependiendo la fe del que la disfruta. Creo que al realizarla en dueto, salio doblemente extraordinaria.
    ¡Felicitaciones a los dos, Sergio y Paty, juntos… son dinamita!

    ResponderBorrar
  14. Hola Juan Carlos!!! Buenas noches. Antes que nada agradecerte el tiempo que has dedicado a describir y elogiar nuestra poesía. Y bueno, leímos juntos con mi hijo, tu extenso comentario, y de verdad, nos sentimos felices y emocionados por todo lo que nos dices. Es una recompensa bella sentir que lo que uno crea puede llegar de esta forma. Además nosotros nos afiatamos mucho haciendo estos trabajos. Sinceramente muy agradecidos ambos por tu visita y dedicación. Un abrazo apretado de ambos. Que estés muy bien.

    ResponderBorrar

Mi cofre de tesoros!