Qué sabes tú

¿Sabes algo

de la luna en una noche estrellada

cuando aprieta silencios el alma

y en ausencia de caricias

del cuerpo escapa su sombra

hastiada del frío?

No, no sabes nada

de creer se partirá el cielo en mil pedazos

cuando el diluvio cae intrépido

arrastrando azules

para escurrir el pasado a la fuerza

hacia el mar del olvido.

¿Y dime si imaginas

hacia qué horizonte lejos huye el ocaso

cuando las gaviotas fallecen de pena

y las sirenas se visten de negro

en la playa de mis sueños?

Es que nada sabes

de las tristezas de una mujer enamorada

que íntegra y traslúcida

su corazón entrega

creyendo en los declamados versos

de una mirada.

Y a cambio recibe

vestigios de un cariño

disfrazados de bellos anhelos

demasiado inciertos

imaginados por pocos momentos

en trozos de tiempo.

¿Pero, …qué sabes tú

de un sentimiento

desahuciado a ser inerte

que se arraiga a las entrañas

rogando no caer al vacío

por súbita muerte?

¡No! nada sabes

de lo que es amar con verdad

entregando un todo

con el alma y la piel desnuda

de carcasas y pretensiones

sin sentido para un alma llana.

Ni menos puedes como yo

-que soy poeta-

saber de la soledad de la luna

a pesar de la noche estrellada.

P-Car