Busco en el horizonte de
mis sueños,
dónde partió aquel que
tenía contigo,
ya no distingo las
flechas de los indios,
cuando y porqué
bloqueaste lo vivido.
Enséñame tu rostro y dame
tu mirada
que solo así creeré
cierto tu objetivo,
tu silencio puede ser
mezquino e hipócrita,
pero los ojos de nadie
jamás han mentido.
Imagina que toco tus
manos con las mías
para calmar el sudor de
tu temblor,
después las apoyo fuerte
en tu pecho
conteniendo el rápido
palpitar del temor.
Desechas la pasión y el
amor entero,
guardas el corazón en un
cofre de fierro,
apagas con hielo tu
volcán encendido,
motivo alguno encuentro
para ello.
Ya volverá la claridad y
la sonrisa,
vislumbro en mi horizonte
una ilusión,
fortaleceré mi ahora
corazón herido
para acoger renovada un
nuevo amor.
Ojalá no te arrepientas y
llores esta pérdida
y de tratar de esta forma
a quien te ha querido,
heriste mis
sensibilidades más profundas
calma tu ansiedad que ya
más nada te escribo.
P-Car
Escrito Febrero 2009
Escrito Febrero 2009
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