Por caminos transparente floto
cegada por extensos cabellos sueltos.
Mis ojos entregué a la tormenta
agujas que hieren lagrimales.
Hoy no te tengo
sí te recuerdo.
Me gusta robarte en sueños
alcanzando la estela de tu vuelo
que entre huracanes escapa.
Me escarcho como estatua
entre esas volátiles aventuras
que vives liviano en horas sin tiempo
maltratando aún más
tu alma ignorada.
Nada te aflige mientras ríes
solo negocias con el señor de los deseos
tatuando de blancos tu memoria
etérea de sentimientos y enferma de ego.
Es que nada cuidas y a nadie amas.
El hielo atraviesa mis huesos
daga que partió en dos mi tiempo.
Desarmada me desplomo y te lloro
porque viento y lluvia somos.
Tú arrasas y secas
yo hidrato y sostengo.
Me supera el frío,
-el del alma-
desgastada te imploro en mis versos:
…de donde viniste pronto vuela lejos
viento pasajero que trae fantasías
silbando entre árboles viejos.
Hoy no te tengo, es cierto
pero en realidad si te tengo,
entre fracturas de mi alma enamorada
que escondida en un cuerpo que se seca,
gime…
atrapada en el aroma de un perfume agonizante
de sábanas siempre abrazadas.
Mi piel vaga entre horas inciertas
de fantasmales suspensos
marchando descalza paso a paso
busca entre interminables segundos
el abrazo que no llega.
Imaginadas son las coloridas carrozas
de estos tozudos sueños de cenicienta
que sin su zapato muere de tristeza
por no querer soltar su príncipe de aire
a un pasado de lápidas grises
adornadas con hiedras desecadas.
Ida y deprimida
sintiendo que algo aún te quiero
hasta que terminen mis inviernos
nevarán lágrimas en mi vida.
P-Car
Escrito 31.08.10
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