Si supieras cuánto te amo, con tus manos harías un
jardín de flores silvestres, para luego con sus pétalos dibujar mi nombre en la
hierba verde.
Si pudieses imaginar cómo te amo, me llevarías en tus
brazos, a la cima de una montaña agreste, solo para desde ahí gritarle al
mundo… que yo y solo yo… así puedo amarte.
Si sintieses con mi cuerpo lo que te amo, de rodillas pedirías
a Dios, que jamás me llevase… solo para, en este mundo y juntos, poder seguir
amándote.
Si entraras a mi alma y desde ese trozo de cielo tocaras
mis sueños… me donarías todos tus sentimientos, como la hoja al otoño… la
lágrima al lamento… la nube al viento… y entonces me amarías por siempre… como a
nadie así se le amó en el universo.
P-Car
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