Eclipsó el único sol azul y la luna nívea
cuando de su palma se irradió una luz
deslizándose en la cuenca de mi mano llana…
para por las venas irradiar todas sus rutas
hasta llegar al hado de dos corazones
Vivo en su agua como rocío del océano
amando las olas que explotan su esencia
a la hora justa que se abrazan las estrellas…
cuando el universo danza entre desvelos
y la sinfonía del mar, sana sufrimientos
Navegaremos hacia el descanso del ocaso
donde no ha de naufragar la felicidad
seres fugitivos de la soledad somos…
que nos hicimos uno en el límpido infinito
-almas desleídas en un nimbo de paz-
P-Car
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