En cada rincón del mundo
quise hallar la tibieza de tu rostro
-verdad acariciable-
desdibujado de tristezas
por el bizma del alba
Fui Amor mío…
hasta la lejana ciudad de los montes
-entre olivos de seda-
donde el camino fiero sucumbe
al desorientado trote lerdo
de una yegua solitaria…
y la lleva entre bocanadas de viento
a un cuento de hadas…
en la cima de la montaña más alta
de donde caen sus lágrimas
cual cascada turquesa de estrellas
del manantial al océano
-barniz de agua-
Desfalleciendo su brocha en tus ojos
un zafiro dio un suspiro
-y se esmaltó el mar-
cuando de un coral nacía una sirena
que hoy tendida en su cabello rojo canta
el capricho entrañable…
de todo mi delirio
Desde el borboteo del agua del estero
hasta el final del universo…
busqué la vainilla de tus besos
queriendo cada día detener mis labios
en el cerco de tus sueños
…e inquietar mis manos
en los parajes salvajes de tu cuerpo…
cuando mis palabras bailarinas se ahogan
en tu boca danzando miel
-saboreando almas-
con tu celo interno en mi celo…
para sin freno extasiarnos
y tan solo amarnos
Miré hacia el distante horizonte…
-bebido vino añejo-
y recé sobre mis cansados pasos
cuando entera me atrapó el crepúsculo
en el preludio de la noche
con la muerte que precede la dicha…
y al unísono de parar mi travesía
una gran cruz de bronce
-bello misterio-
bautizó el centro de mi pecho
con el poder del cielo
P-Car
P-Car
Este poema, mi querida Paty, es una obra de arte, me encanta como vas usando nuevas formas, nuevas pausas, nuevos enmarcados, que describen profundamente, ese énfasis que le quieres dar, me encanta!!! te admiro mucho y te quiero igual!!!
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