Cada momento en mi
pensamiento
voy hacia aquel desierto oscuro
donde las interminables lluvias
no cesan de llorar…
mojando la extensión de la soledad
desde un siniestro cielo
negro
Así, sin querer perturbar…
sigo los pasos de su
morador,
que retrocede muy lento,
por las huellas aún frescas
del sendero construido por
su alma
que lo llevó a tocar su querido
sueño…
y tuerce al reverso sus
ojos de mar
nublados por la desesperanza…
mientras su savia azul cae gota
a gota
para unirse de nuevo al océano
deshaciendo entre sus olas…
el milagro de amar
P-Car
Hay quienes no desean ser amados y retroceden tras los pasos de su soledad, tal cual este morador.
ResponderBorrarHaz pintado imágenes increíbles en estos versos Paty. Te felicíto.
Te dejo un beso
Ay amiga, eres lluvia que se derrama
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