En un extraño desliz
del cielo
en que eclipsó el alba de un sueño…
llegaron crueles
verdugos
-cabalgando
monstruos-
a clausurar estos
labios
con alambrados
hilos negros…
Bárbaro castigo
impusieron
para las horas
de un siglo completo…
al enmudecer las
querellas
de un alma que
muere desintegrada
en la condena a la
impotencia
de un mutis sin
indulgencia
P-Car
Amiga Patricia:
ResponderBorrarYa sabes que cerré mis blogs para descansar por una temporada, pero no me aparto de los vuestros, os sigo leyendo.
Un placer estar en tu rincón.
Un beso.
Una fuerte sensación me dejan estas letras, es la impotencia del alma de poder hablar, de poder expresar lo que siente.
ResponderBorrarUn beso grande Paty, siempre un placer.