Mi tristeza es inmensa,
porque demasiado irónica es la realidad de ver que, en el cielo donde danzamos
ayer… y cosechamos racimos de rosas y risas púrpuras… que juntos llevaríamos a una
tierra de estrellas, hoy he de sembrar un olvido de hojas negras, que luego
abandonaré por siempre para, en la noble altura de una verdad, observar desde
la eternidad, a través de la mística pena de la luna, que sus ramas y raíces se
fortalezcan, logrando así destruir por completo, el sendero que alguna vez, por
el instante infinito de un sueño, unió para amar… tu mirada con mi alma.
P-Car
paty eres todo amor un gran beso carlos
ResponderBorrarGracias Carlos y tu todo un amigo y lector. Un beso.
ResponderBorrarUnir alma y mirada es fundir los sentimientos a fuego lento.
ResponderBorrarHacer de un encuentro una pasión y recordarla una y otra
vez puede ser obsesión. (bendita obsesión)
Buena entrada.
Un fuerte abrazo.
ja, gracias amigo, si es así, me encanta ser una poeta obsesiva, claro, entendido como tu, en el buen sentido y el más positivo. Un abrazo Paco.
ResponderBorrarParece una contradición pero es la realidad.
ResponderBorrarUn abrazo en la noche.
Si Rafael, porque para seguir viviendo sin que te quite la fuerza una pena, es mejor sembrar semillas de olvido. Nada del pasado que no se haya quedado contigo merece ser dueño permanente de tu hoy.
ResponderBorrarGracias amigo, un gran beso!
Ufffffffffffffffff casi no puedo ni comentar, que prosa divina amiga, divina
ResponderBorrarGracias amiga preciosa, no sabes cuanto me emocionas, tu sabes, gracias amiga, besos.
ResponderBorrarNo es cosa fácil olivdar un amor cuando acaba, pero hay que seguir.
ResponderBorrarSigo leyendote :)
Hay amores que marcan un antes y un después de amar y un antes y un después de distanciarse... La vida es siempre igual, nosotros la vemos a través de distintos cristales. Gracias Dulce, un beso.
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