Corazón roto

“Lo que es de mi alma

a mi alma volverá”

Mis ojos que fueron azucenas, hoy son inviernos en silencio, pintados de laberintos rojos, por el tembloroso pulso de la tristeza.

Para la inocencia de esta tarde, sin tregua, el cielo comienza a cerrarse y es que llegará una inusual y avasalladora tormenta que con nada ni nadie tendrá piedad. Mientras todo se torna gris, retumba el agua en las rocas, toda vez que chillan las gaviotas.

Pero mi doliente mirada quiere observar hasta el final, la barca que al otro lado del océano se va. Busca un sol diferente, lo sé, y también sé… que en la costa nueva, insinuantes y cálidas sirenas se le acercarán cubiertas de flores y estrellas.

He empapado todo con mi pena y a la vez, en la orilla he mojado mis pies con la misma marea traicionera… que, a mi amado y su barca me ha quitado… porque a otro soleado puerto los lleva.

Sola quedé aquí, con mi corazón roto, que no logra entender que él deje atrás su verdadero sentir y quiera distanciarse de las arenas y lunas blancas donde me amó y fue tan feliz.

Añorando no comience el olvido, el ocaso envejece en mis pupilas, porque no dejo de mirar como desaparece la barca en el horizonte infinito, por donde se va… y quizás nunca vuelva…  el amor de mi alma y vida.

“Mar, todo te lo perdono, pero te ruego lleves mi llanto a mi amado… y dile al compás de las olas, que vuelva, que lo amo… y que moriré si al llegar la negrura de esta noche, no duermo acurrucada en sus brazos”

P-Car