Olvídame

Cuando sientes aroma a tristeza es porque de ti estoy cerca. Y es que, porque te amo, sabes que tarde o temprano vuelvo, a pesar de mis querellas y lágrimas.

Por ello te ruego que la próxima vez des la vuelta. De esas vueltas magistrales que tu tan bien sabes dar. Vete al lado contrario de la felicidad y… no me seduzcas ni permitas que te desee.

No, no me hagas de nuevo el amor… ni me dejes soñar en tus brazos, para luego dejarme fría y desconcertada al filo del alba, de un mañana sin tu mirada.

Si continuamos así, una tarde cualquiera, tu jardín olerá a soledad perpetua porque sólo el vacío te rondará y entonces sabrás lo que es extrañar mi esencia.

Pero no, silencia con ausencias la verdad y continúa tu vida enalteciendo tu soledad… Entrega nada más que tu cuerpo, en tantas aventuras que te aguardan… de veladas sin alma.

Comienza un capítulo en blanco, sin mí en tu memoria y, erguido como siempre, da la vuelta, sin imaginar siquiera, cómo la pena quiebra mi rostro.

Ve… huye… busca… sigue… ¡siéntete libre! pero para ello primero debes olvidarme. Sí… hazlo de prisa… ¡olvídame! antes de darte cuenta que… me amas.

P-Car