domingo, abril 20, 2014

Uno


Estabas cerca y te vi, viéndome, apasionado de pasiones presas y yo, ansiosa de aquella tormenta. E inevitablemente fuimos, grava al desierto, vendaval al ciclón, rocío al mar, luz al fuego.

Y es que nos encontramos a nosotros mismos en el otro, hasta pensar que quizás, éramos unidad que, sin sentido, disociada se quedó, caminando por los siglos de los desiertos.

Pero dejando atrás rupturas, tú y yo hoy, somos greda, hito, culto… que por la piel nos cae garúa sobre seda fértil, en el lugar tan nuestro, donde florece la intimidad y el mundo.

Sí, ahora somos dicha y plenitud, porque nos amamos con un amor que emociona el alma, tanto tanto, que al amanecer haciéndonos el amor, aún fundidos, juntos lloramos el milagro de ser… uno.



P-Car


6 comentarios:

  1. Perfecta comunión la que consigues en tus letras.
    Un abrazo en la noche.

    ResponderBorrar
  2. Hola Rafael, antes que nada, espero que hayas tenido una linda pascua de resurección!. Gracias amigo, es muy agradable escribir de esta comunión y sentirlo... no es comparable con nada!

    Besitos amigo.

    ResponderBorrar
  3. es todo un placer leerte un beso marcelo

    ResponderBorrar
  4. Hola Paty: ¡¡¡ Uno.... Profundo poema me gusta mucho, es precioso...
    Besos. Isidoro.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias Isidoro, y a mi me gusta tu comentario, mil besos

      Borrar

Mi cofre de tesoros!