Me bañaré con
ramas y lluvia
hasta que la
forma y el aroma huyan.
Quitaré las
memorias
de los estrechados
muros
de mi habitación
diminuta.
Secaré mi huerto
y sus flores.
Viviré sin mirar
las estrellas.
¡Nada, no quiero
nada!
He decidido no
recordar más
ni recitar otra
vez lo olvidado.
Quiero no extrañarte.
Quiero no buscarte.
Quiero no
amarte.
¡Mucho menos
amarte!
Definitivamente quiero
ser otra.
Una con
connotación,
una bien
importante.
Así, como es la
muerte.
Fría, implacable,
teatral, imprudente,
totalmente insensata.
Ella es de quien
todos hablan
y a la que todos
temen
y… ¡vivazmente!
a quien tú, del parto
a la unción,
le has
pertenecido siempre.
P-Car
Es fácil decir todo eso pero la pregunta es si verdaderamente se tomará la decisión para cortar ese "querer no"...
ResponderBorrarExcelente trabajo el de estos versos en el que das vida a tu protagonista querida amiga.
Un abrazo.
Hola amigo, buen día, creo que ningún sentimiento verdadero pasa por una decisión mental, pero ella -mi protagonista- dice: "quiero ser la muerte". ¿Puede alguien ser la muerte? la misma respuesta es válida para otros objetivos de sus pensamientos. Lo único que ella podría hacer es generar ambientes y situaciones nuevas para abrir el abanico de la vida. Solo así conseguiría ver lo pasado cada vez más disminuido, pobre, sin sentido, sin elevación espiritual, sin destino, etc... y al final, sin tanta fuerza mental, el olvido junto al tiempo harían su trabajo, con una naturalidad sorprendente. Dios y la fe en su poder es una ayuda enorme, para ella, y para cualquier persona en este mundo. Un fuerte abrazo Rafael, buen día!!!
BorrarTus versos son un canto a la ruptura, quizás a un volver a empezar, pero hay una cosa que no debes de dejar.
ResponderBorrarNunca dejes de mirar las estrellas.
Aunque hay puede estar todo, seguir todo.
Un abrazo.
Hola amigo, buen día. Mirar las estrellas, es maravilloso, contemplar el cielo en general, es grandioso!!! Yo creo que el amor es un sentimiento espléndido y a la vez tiene complejidades increíbles. Las matemáticas no sirven en el amor. Amor verdadero es sentir querer a alguien aunque no esté contigo. Como sentimiento en sí, es una bendición, porque supera todo, el ego y al resto. Cuando uno se da cuenta de eso, a fondo e íntegramente, no te molesta, simplemente lo dejas ahí, con serenidad y paz. Los apegos y las expectativas son lo que nos producen ansiedad y nos hace ser torpes. las rupturas son dolorosas, los duelos no hay que evitarlos, los seres humanos necesitamos sacar la ira y el dolor, pero si existe algo muy interno en cada ser, quizás con distintos matices, y eso es la esperanza, esperanza en lo divino, esperanza en los milagros, esperanza en los sueños, fe en lo que guarda y quiere el alma. Te mando un abrazo fuerte, buen día y gracias.
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