¿Qué sería de
tus pasos
sin los vestigios
de mi luz?
¿Cómo
sobreviviría tu piel
sin las marcas de
mis manos?
¿Que sería de tu
oscuridad
sin la sujeción de
mi sombra?
¿Cómo serían los
albas más pálidos y fríos…
sin la evocación
de nuestros cuerpos unidos?
Y es que a veces
medito…
qué sería de nuestro
destino
sin nuestra
historia devanada
entre los paréntesis
del tiempo,
revelada en un manojo
de versos o
en lo más profundo
de un suspiro.
Fuera del loco mundo,
corazón,
dime una sola
vez, sin temor:
¿qué sería hoy de
tu vida y alma
sin la eterna huella
de mi amor?
P-Car
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Es una pregunta con difícil respuesta ya que la misma puede estar condicionada a ese "tiempo pasado" y las circunstancias de cada persona, pero la metáfora de la pregunta creo que va por otro lado y busca esa necesidad vital del amor que todos buscamos y esperamos en la persona amada.
ResponderBorrarUn abrazo y feliz día.
Tienes razón amigo, todos evocamos con cierta ansiedad los momentos que nos emocionaron de amor el alma. Claro, la otra parte puede estar muy lejos y ya no sentir nada, pero también existe esa íntima sabiduría de lo vivido y hasta que límites llegaron los sentimientos y la pasión. Las mujeres tendemos a guiarnos por lo intuitivo y por ese octavo sentido que nos brinda nuestro género, con respecto al otro género. Y porque cada historia tiene por menores distintos y ¡únicos!
BorrarUn fuerte abrazo querido amigo, gracias siempre por tus comentarios, cercanía, permanencia y cariño.