viernes, junio 11, 2021

Un nuevo amor

 

 Un nuevo amor,

ahhh…

¡un nuevo amor!

 

Díganme si existe algo más lindo,

cuando a la realidad tuya o mía

llega esta fortuna… ¡de la vida!

 

Amor amor amor…

¡inesperado resplandor!

que ilumina nuestra mente,

nuestra piel, nuestra naturaleza,

¡todo nuestro interior y exterior!

 

Nuestra mirada,

nuestras mañanas,

nuestra personalidad,

nuestra voluntad,

nuestro hogar.

 

Un nuevo amor, hace que

la tediosa rutina gris -y a veces negra-

la veamos multicolor

y ni tediosa sea.

Si hasta los días cenicientos

vemos asombrados encenderse

como si un gran lucero del cielo

iluminara un renovado sueño.

 

Hace que

si antes atacabas en vez de comer

por oculta ansiedad o pena inexplicable

ahora ni hambre sientas

porque en tu estómago hay espacio

solo para mariposas hiperquinéticas.

 

Y de un momento a otro, sin razón

lo amargo se te hace tan ¡tan dulce!

que ese dulzor te endulza la sangre,

la bilis, la saliva y hasta los lagrimales.

Y te infla, claro que te engorda

pero nada más que el corazón.

 

En un evento fantástico

¡la soledad se esfuma!

con una sola presencia

que todo… ¡todo lo llena!

Los vacíos se atiborran de un rostro y unos ojos

que vemos por doquier, repetidos como gaviotas

en el cielo dorado… de un atardecer de verano.

 

De un momento a otro

transitamos lo que antes era

conflicto y apuro

con santa calma y santa paciencia.

Parecemos seres musicales

avanzando en cámara lenta.

Como si el tiempo se convirtiera en un vals

y nosotros, danzarines de jornada completa.

 

Ahhh, qué lindo es un nuevo amor

así nos conduzcamos como locos distraídos

creyendo que la avenida entera

es un gran paso de cebra.

 

Sonreímos bonito, sonreímos mucho,

sonreímos ante cualquier estímulo.

A quien regalamos una moneda

además le donamos una sonrisa.

Sonreímos frente al espejo,

sonreímos con el hígado,

sonreímos con el sexo,

¡sonreímos de verdad!

sonreímos con el alma.

 

¡Por fin, pillamos y atrapamos

la tan distraída felicidad!

 

Nos conquistamos y habitamos

todos lo “yo” que hay en nosotros.

Perdonamos, creemos, creamos, ¡confiamos!,

en la vida, en la nuestra y en un cosmos nuevo.

Ese mismo mundo que el día anterior al milagro

lo maldecíamos por injusto, tosco e ingrato.

 

Ahhh, qué bello es enamorarse

qué bello es el amor…

¡un nuevo amor!

 

Ese que nos hace olvidar todos los anteriores

y verlos tan solo como… necesarios errores

para así llegar más sabios, más maduros

al tan esperado, al verdadero,

al definitivo, ¡al único!

 

El horror, el dolor, el desamor, el hastío,

todo queda atrás, y el atrás,

¡también queda atrás!

 

Es como si el bonachón destino

-bondad que recién descubrimos-

con un brochazo de ilusión

nos tiñera todo el camino.

 

Incuestionable, ¡decisivo!

así resista un momento infinito

o un infinito lleno de momentos

no hay nada… ¡nada mejor!...

que un nuevo amor haga centellear

-cual magia creada por Dios-

nuestro lastimado

¡solitario corazón!

.

.

.

P-Car

 

Paty Carvajal-Chile

Derechos Reservados

Propiedad Intelectual

Imagen: de Internet


4 comentarios:

  1. Realmente es lo único que da sentido a la vida, se diga lo que se diga, amar la vida, y no la muerte.

    Besos.

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    1. Hola Amapola, el amor nos remece por completo, es cierto, nos hace sentir los sentidos al máximo y eso es fantástico.

      La muerte no es mala pero es otra cosa, forma parte de otras creaciones y otro análisis. En esta poesía, la vida se siente presente y vibrante, más que nunca.

      Gracias por tus pensamientos, un abrazo.

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  2. Un nuevo amor es casi como volver a nacer.
    Un mundo nuevo aparece en el corazón y sus latidos lo embellecen todo.

    Besos.

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    1. Hola Toro, así es, es muy hermoso, es vivificante!
      Gracias por tu pensamiento, que tengas bello día.

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