Un nuevo amor,
ahhh…
¡un nuevo
amor!
Díganme si
existe algo más lindo,
cuando a la realidad
tuya o mía
llega esta fortuna…
¡de la vida!
Amor amor
amor…
¡inesperado
resplandor!
que ilumina
nuestra mente,
nuestra piel,
nuestra naturaleza,
¡todo nuestro
interior y exterior!
Nuestra
mirada,
nuestras
mañanas,
nuestra
personalidad,
nuestra voluntad,
nuestro hogar.
Un nuevo
amor, hace que
la tediosa rutina
gris -y a veces negra-
la veamos
multicolor
y ni tediosa
sea.
Si hasta los
días cenicientos
vemos asombrados
encenderse
como si un
gran lucero del cielo
iluminara un renovado
sueño.
Hace que
si antes
atacabas en vez de comer
por oculta ansiedad
o pena inexplicable
ahora ni
hambre sientas
porque en tu
estómago hay espacio
solo para mariposas
hiperquinéticas.
Y de un
momento a otro, sin razón
lo amargo se te
hace tan ¡tan dulce!
que ese dulzor
te endulza la sangre,
la bilis, la
saliva y hasta los lagrimales.
Y te infla,
claro que te engorda
pero nada más
que el corazón.
En un evento fantástico
¡la soledad
se esfuma!
con una sola presencia
que todo…
¡todo lo llena!
Los vacíos se
atiborran de un rostro y unos ojos
que vemos por
doquier, repetidos como gaviotas
en el cielo
dorado… de un atardecer de verano.
De un momento
a otro
transitamos
lo que antes era
conflicto y apuro
con santa calma
y santa paciencia.
Parecemos seres
musicales
avanzando en
cámara lenta.
Como si el
tiempo se convirtiera en un vals
y nosotros,
danzarines de jornada completa.
Ahhh, qué
lindo es un nuevo amor
así nos
conduzcamos como locos distraídos
creyendo que
la avenida entera
es un gran
paso de cebra.
Sonreímos bonito,
sonreímos mucho,
sonreímos ante
cualquier estímulo.
A quien regalamos
una moneda
además le donamos
una sonrisa.
Sonreímos
frente al espejo,
sonreímos con
el hígado,
sonreímos con
el sexo,
¡sonreímos de
verdad!
sonreímos con
el alma.
¡Por fin,
pillamos y atrapamos
la tan distraída
felicidad!
Nos
conquistamos y habitamos
todos lo “yo”
que hay en nosotros.
Perdonamos, creemos,
creamos, ¡confiamos!,
en la vida,
en la nuestra y en un cosmos nuevo.
Ese mismo
mundo que el día anterior al milagro
lo
maldecíamos por injusto, tosco e ingrato.
Ahhh, qué
bello es enamorarse
qué bello es
el amor…
¡un nuevo
amor!
Ese que nos
hace olvidar todos los anteriores
y verlos tan
solo como… necesarios errores
para así
llegar más sabios, más maduros
al tan
esperado, al verdadero,
al
definitivo, ¡al único!
El horror, el
dolor, el desamor, el hastío,
todo queda
atrás, y el atrás,
¡también queda
atrás!
Es como si el
bonachón destino
-bondad que recién
descubrimos-
con un
brochazo de ilusión
nos tiñera todo
el camino.
Incuestionable,
¡decisivo!
así resista
un momento infinito
o un infinito
lleno de momentos
no hay nada…
¡nada mejor!...
que un nuevo
amor haga centellear
-cual magia creada
por Dios-
nuestro
lastimado
¡solitario
corazón!
.
.
.
P-Car
Paty Carvajal-Chile
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Propiedad Intelectual
Imagen: de Internet
Realmente es lo único que da sentido a la vida, se diga lo que se diga, amar la vida, y no la muerte.
ResponderBorrarBesos.
Hola Amapola, el amor nos remece por completo, es cierto, nos hace sentir los sentidos al máximo y eso es fantástico.
BorrarLa muerte no es mala pero es otra cosa, forma parte de otras creaciones y otro análisis. En esta poesía, la vida se siente presente y vibrante, más que nunca.
Gracias por tus pensamientos, un abrazo.
Un nuevo amor es casi como volver a nacer.
ResponderBorrarUn mundo nuevo aparece en el corazón y sus latidos lo embellecen todo.
Besos.
Hola Toro, así es, es muy hermoso, es vivificante!
BorrarGracias por tu pensamiento, que tengas bello día.