Me gusta imaginarte como queriéndome
me gusta pensarte como extrañándome
me gusta hablarte suave y lento
como si mi voz fuese lo único
que quisieras oír.
Me gusta mirarte a los ojos
esos ojos que asoman en un cielo
meciendo un vals sobre mi techo.
Me gusta abrigarte en mi pecho
como a un recién nacido
que sufrió al salir de su nido
y susurrarte que todo estará bien
entre nosotros dos
y en el mundo entero.
Me gusta sentirte libre
me gusta sentirme libre:
de olvidarme, de amarte.
La vida a veces es tan extraña
y otras, totalmente al revés,
pero teniéndote conmigo
jamás ha de ser triste.
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P-Car
N°1680 – 19.10.2024
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Reservados
Propiedad
Intelectual
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(ante cualquier advertencia
será retirada de inmediato)
Recordar y desolvidar al ser amado, como en un atemporal juego de espejos. Magnífico poema, amiga. Como de costrumbre.
ResponderBorrarPerdona la demora en venir a leerte.
Abrazo admirado siempre.
Gracias amigo por valorar así mis versos. A ratos recordar y luego no, pero sin que ello implique daño, es la libertad única del corazón y del alma. Un abrazo.
BorrarLos versos parecen las notas de un "vals"...
ResponderBorrarUn abrazo.
Qué lindo que lo sientas así amigo, todos los poemas deben contener musicalidad, pero seguramente en algunos ha de quedar más notorio que en otros... Un abrazo grande, gracias por acompañarme.
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