Bajo un cielo
azul de mayo
hubo una noche estrellada
en que una hermosa
gaviota
buscaba su ruta extraviada.
Descubrió extensos
jardines
colmados de
azucenas blancas
sobre brillante
grama dorada
y su alma emocionada
murmuró
que esta sería
su nueva casa.
Fascinada en
aquel paraje
su corazón
brincó enamorado
y en un claro de
luna ámbar
maceró todas sus
añoranzas.
Bebiendo el dulce
néctar
de aquellas
praderas mágicas
la preciosa
gaviota perdida
se sintió plenamente
amada.
P-Car
Una tarde de mayo yo vi una gaviota a través de tus versos...
ResponderBorrarUn abrazo.
Gracias Rafael, siempre cariñoso, besos
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