No volverás

“Sé…

que no vendrás

…nunca más”

Ya no me buscas

porque te ceñiste a leyes

empoderadas de ego

y en la esfera de tu mundo nuevo

…no caben dos pieles.

Devastaste mis fuerzas

que se enfermaron

con los tristes efectos

de tus dominantes decretos.

Tampoco tienen temple:

este inmenso deseo de tus besos

el delirio que siento por tu cuerpo

ni la ternura que vierto en mis versos.

Si hasta lo intentó aquel ángel del cielo

que encendía la luz de tu rostro

cuando, con sus alas doradas,

volabas por mis sueños

La luna se siente derrotada

porque no entiende

que hoy no estés aquí

adorándome como siempre.

Hoy te echo tanto de menos

que muy pronto mi extrañar será agonía 

cuando no me rodees el alma

en noches negras de nieve blanca.

Y será un intenso desespero

al no sentir nunca más

tus manos en mis pechos

con las mías en tus caderas…

y llegue a entibiar mi vientre

la miel de tu simiente.

Si, porque sin tu amor

no entiendo lo que es reír

y la ausencia se ha vuelto mi verdugo

que sin clemencia…

¡me ve morir!

Sí, hombre de nortes sin sentido

sé que no volverás

…nunca más…

salvo que Dios

(a quien cada noche rezo por ti)

te haga ver que tu encierro

no es más que un féretro

de lo único grande, maravilloso y eterno

que cultiva la existencia.

Llorando sin lágrimas

esta tarde escribo tu nombre en la arena…

cuando en silencio te añoro

mirando el trozo de océano

que un día fue un espejo elocuente

de todo lo nuestro.  

Pero en cada ocaso

se irá borrando más

el recuerdo de tus ojos

y fluirán con la marejada

las infinitas promesas

nacidas en noches estrelladas

que lograban despertar antes el alba

tras el horizonte azul de este mismo mar

…y de tu mirada.

P-Car