Esta
poesía está dedicada con inmenso cariño a mis dos hermanas mayores quienes ya
partieron al cielo: Paulina, el 16 de abril del año 2007, a sus 52 años y Marcela,
el 2 de septiembre de éste año 2016, a sus 60 años.
Que
ambas descansen con mucha paz, en los brazos luminosos de Dios y con la
tranquilidad que aquí en la tierra dejaron una gran obra de amor. Nunca serán olvidadas.
Ellas… viven en nuestros corazones y almas.
Entre nuestros abedules
juguetones
pasó de pronto, audaz
y violento,
un extraño viento
frío.
Al finalizar la
tarde,
aclaró el cielo
y el aire, pero
sus queridos rostros
faltaban.
Escudriñamos
todo sin entender por qué,
entre el mar y
el fuego, del nido
ellas… habían
partido.
Siguieron días,
severamente nublados
y muchas noches
sin lunas ni estrellas.
De pronto, en un
luminoso amanecer,
una benevolente comprensión
entibió nuestros
sentidos.
Ellas, nuestras
queridas Paulina y Marcela,
habían regresado
al universo.
Ellas… habían
sido siempre dos ángeles
en una maravillosa
misión de amor.
Hoy, damos
gracias a Dios
por aquel bendecido
tiempo
de su hogar en
la tierra.
Extrañamos sus miradas,
sus risas,
sus pensamientos,
sus bondades.
Tan verdadero es
como que
las tenemos y
recordamos
acurrucadas en nuestras
almas.
Donde ambas
descansan
sepan que el
olvido
no es parte del
amor verdadero
y que siempre,
hoy y mañana
hemos de
necesitarlas.
Paty
P-Car
Dicen que no es mas grande el que mas espacio ocupa, si no quien mas llena nuestro corazón, seguro que tus hermanas llenaron muchos corazones, pero sobre todo el tuyo donde estarán para siempre.
ResponderBorrarUn saludo escritora un gusto leerla.
Cierto Agapxis, ellas viven en nuestros corazones por siempre. Eran muy buenas, lindas y luchadoras, pero por sobre todo, seres enfocados en el cariño por la familia. Desde ayer ellas descansan juntas en paz.
BorrarGracias amigo, un abrazo.
No están ni estarán nunca olvidadas.
ResponderBorrarUn abrazo.
Así es estimado Rafael, ellas siempre estarán entre nosotros. Besos amigo. Gracias por tu cercanía y palabras.
BorrarEs hermoso este recuerdo que haces de tus hermanas... Que Dios las tenga en su gloria, y que tu memoria y tu corazón te conecten a ellas... amor de hermanas en el aquí y en el siempre...
ResponderBorrarDescansen en paz.
Abrazo
Gracias Impersonem, seguramente debemos aprender más de la muerte que de la vida. Ahí está lo imperecedero y más verdadero. Un abrazo.
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