De cuando en vez,
recién estimulada por el amanecer
me invade un
lapsus azul y, a la mitad de un suspiro,
un relevo pellizca
mi lucidez y lo asequible de mi tul.
De pronto, creo que
por un mísero segundo, pasaron miles.
A veces, tonos
de voces muy cercanas parecen tan lejanas.
Cada tanto, nitideces
se diluyen y lo turbio se inmiscuye.
Todas esas
ocasiones, en que parece que me hablases,
son las mismas efímeras
veces que tú -impertinente-
revuelves mi regencia,
como si algo de mí extrañases.
Obviando que me debo
al olvido, fascinante sonríes
columpiándote olímpico,
en un hilván de mi mente.
Y así me asegure
al silencio, igual se oye lo diáfano
al intentar
hablarte, seca y vaga, mi voz fantasma.
Rebrote de una
gracia rauda, que el misterio sujeta,
ilógica y
peligrosamente
mientras tu
suspendida silueta concibe alcanzarme
y yo imagino
abrir mis brazos
en lo indómito del
alma
-de cuando en
vez, de pronto, a veces y cada tanto-
alucino…
que aún te amo.
P-Car
Es que el amor supera todas las revoluciones de la vida...
ResponderBorrarUn abrazo.
El amor es un estado que captura tus sentidos. Gracias amigo, buen día!!!
BorrarLa verdad es que no se que decir, cada vez que vengo a leerte siento mas intensidad en tu poesía.
ResponderBorrartodo un deleite pasar por tu blog.
Un abrazo.
Muchas gracias estimado amigo, buen domingo!!! Besos.
Borrar