Llegué a ti
grandiosa y
curtida
pero tenías algo
que no conocía.
Lo buscaba
-quizás no-
o me
buscaba a mí
-quizás sí-
Ese algo…
desconocido,
inmenso e indescifrable
me hizo amarte
de la manera que
te amo:
desconocida, inmensa
e indescifrable.
Sin ninguna
¡mísera duda!
Un solo tango lo
pudo abarcar
para, a los
incrédulos danzar
su encantamiento
total.
No hay medición
exacta
de mi sentir a su
final.
Algunos eruditos
le llamarían
¡eternidad!
Ese algo (ese algo…)
se imprimió a
fuego
en mi retiro, en
mi altar,
en mi delirio,
en mi mar.
Ese algo en su umbral
es
algo mío que tú avivaste.
El irrepetible reflejo
-infinito espejo-
del egregio
sentir radiante
de dos formas
con alma
nacidas por designio
supremo
mera y
únicamente…
¡para amarse!
P-Car
Derechos
Reservados.
Propiedad
Intelectual.
Imagen: de Internet
Preciosas las mariposas que se avivan con tus versos y hacen vivir intensamente ese momento tan especial de una vida. Felicidades querida amiga.
ResponderBorrarUn abrazo.
Hola amigo, gracias por sentirlo así, adoro las mariposas, más aún las que vuelan en nuestro interior. Besos Rafael, que tengas buen fin de semana.
BorrarEse algo era mágico eras tú tu espejo y el amor precioso amiga besos desde mi brillo del mar
ResponderBorrarEntre dos seres pueden existir diferentes situaciones de atracción pero cuando eso se trasforma en amor y ese sentimiento crea raíces, se queda incrustado y muchas veces permanece ahí, aunque la situación de unión cambie. Gracias mi bella amiga, es un gusto tenerte aquí.
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