jueves, febrero 21, 2019

Vehemente alma


Hace casi nada, la vida de mi sed aprendía
y yo me embriagaba en su copa diáfana.
Tenía olor y calor: a abundancia sabía.
Hoy, el cristal está seco, y trizado.

Sin embargo -vehemente alma-
hurgo en el oleaje de las horas.

En la flaca lluvia, en la loca tormenta,
en el dulce derrame, busco saciarme.
Más, solo en mi lágrima hallo
una mezquindad de agua
para apenas salvarme.



P-Car





Derechos Reservados.
Propiedad Intelectual.
Imagen: Dimitra Milan.

4 comentarios:

  1. Es la intranquilidad del alma en medio de la "marejada de la vida"...
    Un abrazo.

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    1. Tal cual amigo, en este viaje tenemos todo tipo de alturas en nuestro vuelo.
      Gracias por tus palabras, siempre tan cálidas.
      Besos de azúcar.

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  2. Son las lágrimas un bálsamo para el alma, reconfortan y calman, a veces purifican el desasosiego de lo que nos apasiona y no tiene fruto.

    Sabes que admiro tu forma de escribir, pero es que en tu poesía siempre viajan esas alondras del sentir, que tanto se me hacen afines.

    Feliz finde y un gran abrazo.

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    1. Hola querido amigo, es cierto, las lágrimas hay que considerarlas amigas de nuestras emociones, porque a través de ellas, los sentimientos se expresan y drenan sus tristezas. Gracias por tu opinión, es un agrado leerla, me hace muy bien Agapxis.
      Recibe un abrazo cariñoso.

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