Hay momentos en
que me siento tan abstraída
y mi único reflejo,
es mirar por la ventana.
A veces hay
gente en mi entorno
pero yo no
logro, oír sus palabras.
Y es que hay ocasiones
en que el recuerdo
me llega de
pronto, crudo y feroz
y de una
manera inhumana
sin aviso,
sin fundamento,
me muerde el
alma.
En ratos -siempre
símiles a este-
que no sé si un
hilo invisible
o un porqué común
los une,
yo no logro estar
aquí,
ni en el
presente mío
¡ni en el de
nadie!
Es como hacer
un veloz viaje al pasado
y aterrizo de
golpe, en ese tiempo que nos amamos.
Si, amor, ese
tiempo que después de veinte años
sigue resonando,
con la misma vibración
como si
hubiese ocurrido ayer.
Y es allí que
lo reinante se me hace tan extraño
porque evoco
el futuro que imaginábamos
para
disfrutarlo juntos, en veinte años.
Especulábamos
una realidad tan bonita
haciendo acaso,
las mismas cosas,
riendo de redundantes
tonteras,
acudiendo a
parecidos lugares.
Oliendo… las
mismas rosas.
Yendo cada
viernes al mismo restaurante,
reuniéndonos
con los amigos los sábados,
y de tanto en
tanto,
agarrar nuestro
imperfecto auto
para
arrancarnos el domingo a la playa.
La misma
playa, los mismos atardeceres,
las mismas
olas, la misma arena,
pero que para
nosotros,
si estábamos tomados
de la mano,
eran
distintos,
siempre nuevos
y lindos.
¿Qué fue lo
que nos separó, amor?
A veces
quisiera culpar una sola causa,
un motivo gigante,
garrafal, dominante,
y así tenerlo
nítido, focalizarlo sin titubear
como quien ve
a un monstruo…
¡odiarlo con potencia!
u odiarte, si
fuese el caso…
pero no, ni
lo uno
ni lo otro.
Creo que burda
y gravemente, más nada,
fuimos excesivamente
descuidados.
Los motivos
fueron como hojas del otoño
esas que la
gente camina esquivándolas
que nadie
limpia,
que se
amontonan,
¡que se
pudren!
y de repente al
desaparecer
apenas
alguien lo nota.
Nosotros lo
supimos cuando ya no quedaba nada
bajo ese
árbol seco, que tenía tallado un corazón,
una flecha,
una fecha y nuestras iniciales.
Fuimos insulsos,
altivos y no sé tú,
pero yo creí
que al cabo de un par de meses,
te olvidaría
radicalmente y
¡ni decir pasado
veinte años!
Oh, veinte
años, amor
es increíble
cómo avanzó el reloj…
Tiempo en que
intenté recobrar el sueño,
claro, con
otros rostros, otros ojos,
otras manos,
otros cuerpos,
otros techos,
otros proyectos.
Y no es que
me haya ido tan mal
¿pero sabes?
ninguno tenía
tu voz ni tu risa.
Ninguno era
desordenado, un poco impulsivo,
un poco
irresponsable, un poco absurdo,
un poco loco.
Y extremadamente dulce
como eras tú.
Pero por
sobre todo (por sobre todo)
ninguno me
quiso como tú me quisiste
y a ninguno
quise como a ti, te quise yo.
¿Ves? El repaso
me moja y me anega
la reflexión,
la conmoción, las venas
y como si
hubiese sucedido esta mañana
recuerdo lo
que era amanecer en tus brazos.
Ay, se me
eriza la piel,
me tiemblan
mis caderas.
En un micro segundo
cósmico,
siento en mí,
tus labios.
Cómo olvidar…
la forma que
nos mirábamos y que sonreíamos
apurados a
veces, ¡pero sonreíamos! y cómo…
en ratos similares
a este, antes de dormir,
mirando por
nuestra pequeña ventana
nos daba
trabajo entender
qué de bueno
habíamos hecho
para habernos
encontrado.
¿Dónde estarás?
De pronto me
asalta la duda
y quisiera
saberlo,
pero al
instante siguiente pienso:
¡Han pasado
veinte años!
Ni yo soy
exacta como en aquel entonces
ni tú debes
ser el mismo, seguro que no.
Los años
hacen su trabajo
en el cuerpo,
en los miedos,
en los sueños,
en la confianza.
Si me vieras,
más emocional que antes.
Fíjate…
me han caído
unas lágrimas
justo, en
este instante…
Tal vez, es
que,
quien lo
hubiese sospechado si quiera,
¡estoy sola!
y la enorme soledad
se me hace más enorme
en estos
ratos insólitos en que el ayer
me llega así y
me mordisquea torpe.
Y porque, así
duela imaginarlo,
seguramente
estás acompañado
y sonríes
porque tienes un bello presente
y lejos de
mí, sin mí, eres feliz.
Mientras pienso
en ti, en todo esto,
una especie
de témpano afilado
baja lento
por mi garganta.
La fiera,
sola se doma
se detiene en mi pecho
y mansa, se
enrosca.
Mi corazón
tiembla,
por ti, por
nosotros,
por todo lo
que si fue
y por todo, ¡todo
aquello!,
que no
conseguimos retener.
Todo lo que
murió
antes de
nacer.
Salvo esta, la
etérea presencia de nuestra quimera
que a ratos, con
estas notas, con esta lluvia
con esta ira
y pena que de tanto en tanto me habitan
me llega así,
como una luz huérfana del pasado
o como si del
cielo, me partiera es dos, un rayo.
Debe ser que
miro a mis amigos
que son los nuestros
de entonces,
unidos, sonriendo,
abrazándose,
haciendo
planes para el fin de semana,
para sus siguientes
vacaciones,
para viajar a
lugares exóticos,
para decorar una nueva casa.
O hablando
del delicioso vino que tomamos
y de la preciosa
canción que escuchamos,
la de
siempre,
la misma que
nosotros adorábamos.
Eso debe ser…
¡eso es!, la música.
Es esta melodía
la que me lleva a ti, así,
tan de repente,
tan violentamente
y me
transporta en un suspiro,
-nada más que
un suspiro-
a ese otro
presente.
A veces me abruma
la desesperación
de buscarte,
llamarte, de quedar para un café,
conversar, y quizás,
entender un poco mejor
tan solo un
poco más, las razones.
Preguntarte, sí,
preguntarte…
o tal vez
solo conversar
de mil cosas triviales
pero mirándonos.
Más, han
pasado veinte años, amor,
y verte de
nuevo, llena de esta ansiedad
con mil
mariposas abordando mis órganos
sería como
lanzarme a un abismo
con los
brazos atados
y los ojos
vendados.
No hay nada
que me salvaría
de morir -de
amor-
salvo tú.
Por llegar a este
punto
debo confesar
que pocas veces,
en lapsus distintos,
no penosos
sonrío al
vacío, con una sonrisa tímida,
pícara y bondadosa
al unísono.
Y es que
imagino que tú puedes estar,
en estos
¡nuestros paralelos extraños presentes!
a esta misma
hora e igual música,
mirando por una
ventana,
además de
parecida, cercana,
conteniendo idénticas
memorias
las mismas
preguntas,
las mismas
culpas,
la misma
pesadumbre,
la misma melancolía
y
¡la misma añoranza!
y que sientas,
a la par de mí…
con toda
¡toda tu alma!…
¡sin importar
que hayan pasado veinte años!
el mismo impulso,
intriga y ganas
que yo siento
de ti.
.
.
.
P-Car
Paty Carvajal-Chile
Derechos Reservados
Propiedad Intelectual
Imagen: de Internet
Hay momentos como los que plasmas en tus letras y recuerda tu protagonista. Momentos y recuerdos inolvidables y cargados de nostalgia en esa búsqueda constante del amor en la persona amada.
ResponderBorrarUn abrazo y felicidades por tan excelente trabajo.
Hola amigo querido: así es, somos caminantes mirando hacia adelante pero con lo mejor del pasado vibrando en nuestras almas.
BorrarA veces quisiéramos poner un espejo en el ayer para que el futuro se refleje en el. Repetir lo mejor de nuestra experiencia y mejorarlo con la madurez actual.
Gracias por tu compañía, siempre agradable y enriquecedora.
Paty, estoy profundísimamente emocionado, has escrito un poema que toca todas las fibras sensibles. Está tan lleno de amor que seguro que a él le ha llegado. Es muy triste lo que os pasó pero muy lindo el sentimiento que guardas dentro. Eres una mujer muy especial y una poeta excelente. Me gustaría poder mirar la vida con tus ojos, pero me he llevado demasiados palos. Enhorabuena por el poema. Besos.
ResponderBorrarHola Republicano, gracias por venir y dejarme tu impresión.
BorrarMe voy a creer eso de que soy una poeta excelente ya que has creído que es tal cual mi historia. No es tan cual, pero mucha u muchos tenemos historias con características similares que quedaron atrás, como estatuas sonrientes y que de vez en cuando se ablandan para abrazarnos el alma. Yo también las he tenido y recurriendo a esas sensaciones, es que he escrito esta poesía, pero en todas mis creaciones intento ser una voz universal y no voz individual.
Todos tenemos palos, y todos creemos que son demasiados, pero ni tan palos ni tan excesivos. Somos fuertes como ese palo que visualizas y tenemos excesivos instantes para vivir la vida agradecidos de lo aprendido y valorando tener un presente para experimentar felicidad se ser y estar, así no todos los momentos sean alegres porque la vida es una sorpresa cada día, a veces agradable y a veces no, eso hay que asumirlo con humildad y sabiduría, ese saber que tú y yo, a estas alturas de la existencia terrenal, ya acumulamos a nuestro favor.
Hay personas que pasan por nuestro tiempo, tan solo para ser maestros, nos muestran algo que nosotros no queríamos ver ni menos entender, así como nosotros también somos maestros para otros. No es fácil la decepción, pero hay que buscar dentro de uno, qué realmente duele, y preguntar a nuestro niño interno, cuál es la herida que sangra. Vivo eso y sé que no es fácil pero lo enfrento de la mejor forma que puedo cuidándome para no rendirme.
Somos poetas, buenos o no tanto, aprendices en un mundo externo e interno, en constante movimiento, y eso lo agradezco infinitamente, es mi luz, mi compañía, mi anclaje.
Escribir es un arte que intento cultivar y mejorar cada día. Te agradezco tu generosa opinión y compañía en este proceso.
Un abrazo.
Más que un poema, Paty, declamaste una oda o un himno con el que logras adentrarte en la memoria que sigue más viva que nunca antes en vos, memoria que consigues desolvidar para extraer de ella tal vez la conclusión de que debieras-debieran darte-darse una nueva oportunidad...
ResponderBorrarAbrazo hasta allá.
Hola Carlos, gracias amigo por leer mi poesía, es extensa y no siempre existe el ánimo, el tiempo y la paciencia para empaparse en las emociones ajenas.
BorrarComo le dije a Republicano, no la escribí pensando en una historia mía, aunque podría buscar semejanzas, en realidad, en general escribo con la amplitud comprensiva de saber que muchas personas han vivido una historia así y que después de mucho tiempo aún les afecta, especialmente cuando están solos, conectados con su honda verdad, sin revestimientos, sin protecciones.
Mientras estemos vivos tenemos oportunidades, gracias por mencionarlo, solo debemos amigarnos con el miedo y tomar acción, decidirnos, concretar.
Un abrazo enorme. Gracias nuevamente.
Oh! Que belo Poema Paty!
ResponderBorrarUm poema onde as palavras se estilhaçam de amor e saudade!
Quando a cinza nos invade o olhar e os lábios não têm onde pousar a sede de um beijo, penetramos na mais densa escuridão. Eternizamos o sono e a saudade é onde sacralizamos o amor!
Vinte anos! Ah! Como o tempo passa! E como ainda dói dentro do peito!
Te deixo um forte e cariñoso abraço, Paty!
Hola Albino, gracias amigo, es una sensación muy bonita la que regalas con tu sensibilidad y dulzura.
BorrarLa vida nos regala experiencias preciosas y cuando las recordamos volvemos a vibrar, a añorar, a soñar. Lo bello es saber que ese universo está ahí, dentro de nosotros, y que a quien se lo entreguemos nuevamente puede ser otra persona, pero que nosotros tenemos ese potencial, el que que no es oscuridad, es solo luz, y nos hará brillar... al menos la mirada, con certeza.
Gracias por tu empatía y solidaridad, las valoro mucho. Un abrazo, Paty
Paty, solo puedo decirte que me llega al alma tu poema y precisamente por esos 20 años cumplidos el mes pasado. :=( Saludos.
ResponderBorrarHola Sandra, gracias amiga por venir.
BorrarAl escribir uno nunca sabe qué fibras está tocando, solo sé que las sensibilidades son similares, me refiero al ser humano en su generalidad, lo único que nos diferencia son las habilidades aprendidas para disimular, aparentar y callar. En nuestro mundo interno llevamos tanto!
Gracias por tu sinceridad. Un abrazo.
Creo que es mejor no comentar el poema.
ResponderBorrarEs muy íntimo.
Te derramas en cada verso y eso merece mi profundo respeto.
Besos.
Hola Toro, gracias por tu detenida lectura, siempre es motivo de celebración para un poeta que sus creaciones sean leídas y comentadas. Quiero entender que tu respeto es, en alguna medida, admiración. Si es así, gracias de corazón. Si no, igualmente gracias... ya que tu lectura y respeto siempre son bienvenidos.
BorrarUn bello abrazo para un bello día.
Un diálogo muy sentido con tu interior, con lo mas profundo, un poema cargado de emotividad y nostalgia, de preguntas ..muchas sin respuestas..
ResponderBorrarno siempre tenemos las certezas de estas separaciones, pareciera ser que hay mucho que ver en las etapas de vida que ocurren, tal vez, si la situacion fuese identica en este hoy, y con la experiencia vivida, el desencadenante sería diferente...
Aqui adhiero a un comentario que ha dejado Toro...cuando leemos algo tan intimo no se puede agregar mucho mas.Un beso Paty .
Hola Eli, gracias amiga por venir, es siempre un diálogo agradable.
BorrarYo creo que casi todas las poesías son muy íntimas, porque la mayoría de ellas hablan aquello que guardamos. Tal vez lo que tiene esta, es que contiene bastante detalle y explicado con mucha calma. Eso quizás hace sentirla más profunda.
Creo como tú, que si a esta edad nos pasaran las mismas cosas de atrás, las abordaríamos con otra disposición, con otra velocidad, con otra profundidad y probablemente con otro resultado.
Un abrazo para ti, ten un bello día. Paty
Por mucho que queramos alejarnos el amor cuando lo hubo nos impregnó con las mejores galas del sentir, es una siembra que siempre permanecerá en nosotros, si el sentimiento fue verdadero, por eso y aun cuando el tiempo o las personas pretendan distanciarlo, nunca se llevarán lo que sello el corazón y tan solo una brizna de recuerdo nos pondrá el brillo de nuevo en los ojos.
ResponderBorrarUn abrazo.
Hola amigo, es cierto, las personas a veces terminan sus relaciones motivados por una competitividad egocéntrica, por falta de paciencia, de tolerancia, de entender que todos en esta vida estamos en un camino de aprendizaje. Y se distancian... y con el tiempo viene la melancolía, pero muchas veces ya es tarde para rehacer el vínculo, y eso es muy triste.
BorrarGracias por tus pensamientos, besos para ti.