¿De qué vale
una cascada
para un agua llena
de sed?
No, yo no
puedo hacer
que confíes
en mí
solo apenas,
puedo ser yo
y partir…
Y sin
renunciar a tu alma
la soledad
resistir.
Una dorada madrugada
la lluvia, el
mar, los ríos,
el cauce de tu
corazón
colmarán de
otro saber.
Entonces, al
nido volveré
sin nunca
haber huido.
¿De qué vale
una cascada
para un agua
llena de sed?
De nada... ¡o
de mucho!
¿Vale una
vida?… No sé.
.
.
.
P-Car
N°1288 – 19.08.2021
Derechos Reservados
Propiedad Intelectual
Protección: Safe Creative
📷 de Internet
(ante cualquier advertencia
será retirada de inmediato)