lunes, abril 07, 2025

Nunca, nunca

 

Luna, por un instante cósmico

baja de tu trono de finas nubes.

Ven y regálame, tu cercano esplendor.

 

Luna, tus bordes son mi cuna

tu piel, mi manta de amor.

 

Nunca me faltes.

Nunca, nunca.

Repito: nunca.

 

Contigo existiendo

contigo mirándome

soy lo que soy.

.

.

.

P-Car

 



Paty Carvajal-Chile

N°1652 – 27.03.2024

Derechos Reservados

Propiedad Intelectual

Protección: Safe Creative

📷 de Internet

(ante cualquier advertencia

será retirada de inmediato)


10 comentarios:

  1. Mucha ternura en tus versos, felicidades.
    Un abrazo y feliz semana.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias amigo, por ver y sentir esa ternura. Un abrazo grande para ti.

      Borrar
  2. Amiga, por tu condición de mujer y de poeta sos la luna misma, por lo tanto nunca te faltará, está en tu esencia.
    Beso grande tipo montaña.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola amigo, qué expresión más hermosa... muchas gracias por el regalo de tus palabras tan cariñosas. Un gran abrazo cósmico, desde mi querida ciudad Viña del Mar.

      Borrar
  3. Poesía no te falta, de modo que la luna -tampoco a quien sea que convoques, siempre a vos acudirá, amiga.
    Abrazo admirado hasta allá.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola amigo, eres muy dulce en tu comentario, gracias por tus palabras y por tu compañía que valoro y aprecio mucho. Un fuerte abrazo.

      Borrar
  4. Toda una oración, un ruego a la luna, inspiradora de todos los poetas...Paty.
    No hay duda de que la luna te escucha, te protege y te abraza con su magia, su entrega y sabiduría milenaria, amiga.
    Mi abrazo grande y mi cariño, Paty.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola amiga, así es, la luna es una compañía e inspiración permanentes, me pregunto... ¿qué sería del cielo y de nosotros sin ella?? Mil gracias por tu compañía, besos para ti.

      Borrar
  5. Estos versos que no se escriben con tinta, sino con luz del corazón, este poema es un llamado íntimo, casi susurrado a esa Luna esa eterna musa de los insomnes, cómplice de secretos que sólo se murmuran cuando el mundo duerme y el amor se confirma.
    Aquí no hay flores en tinta, sólo un clamor delicado y rotundo, para que la Luna no se ausente de nuestro sentir, para que su cercanía, tan lejana, siga sosteniendo corazones en la necesidad de un reflejo para saberse, sentirse vivos.
    Y qué belleza en esa súplica repetida, “Nunca, nunca. Repito: nunca.” Como si cada “nunca” fuese una piedra sagrada en el altar de la necesidad emocional del yo que nos habita.
    El poema ( la poeta ) no pide, declama y declara, confiesa, entrega su fe a la luna como una niña al borde de sus sueño.

    Y la Luna, cómplice todavía leva su sonrisa en la mejilla.

    Un placer leerte. Abrazos.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola amigo, gracias por brindarme tu compañía y por la sabiduría de tu pensamiento. La luna es una compañera fiel, de momentos tristes y alegres, de soledades, de ilusiones, de tantos y tantos espacios de conexión con lo infinito. Es única y adorable por lo que no quiero que nunca me falte. Gracias de todo corazón amigo, te mando un gran abrazo.

      Borrar

Mi cofre de tesoros!