Solo a veces... -pocas y flacas veces-
mi soledad iba en busca de tu ausencia
y en esquivas veces, la hallaba.
En medio de una exorbitante nada
le cedía lo único que podía darle:
inhabilidad, silencio y tristeza.
Pero tu solemne ausencia
inconmovible la observaba:
la cuestionaba, no la entendía.
Y es que tú y yo
siempre hablamos
-y callamos-
del alma...
lenguajes diferentes.
La última vez que supe de mi soledad
orgullosa caminaba de mano del olvido
pero bajo una sublime luna de marzo
ella se deshizo, en miles de estrellas.
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P-Car
N°1689 – 12.04.2025
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será retirada de inmediato)
Un poema muy hermoso, con esa soledad tan suya.
ResponderBorrarBesos.
Celebro que te haya gustado amigo, te mando un abrazo.
BorrarSoledad y ausencia, buen conjunto de sensaciones.
ResponderBorrarUn abrazo.
Lo mejor y más esperanzador es que estas realidades pueden desaparecer. La vida nos puede brindar nuevas realidades llenas de alegría y amor. Gracias amigo, te mando un fuerte abrazo.
BorrarUn hallazgo, más que eso, un poema total, ni un acento de menos ni una coma de más... Ya desde el título que le has dado. Te felicito muy sinceramente, Poeta!!
ResponderBorrarHola amigo, me emociona y alegra la forma en que opinas de mi poesía, te lo agradezco mucho, es muy motivador leer tu comentario. Un abrazo grande.
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