No fuiste más sagaz o más experto.
Ninguno de los dos fue más asertivo
-o más intuitivo-
Ni tú ni yo, tampoco el tiempo
conquistó el apodo de perdedor.
Ambos íbamos al mismo lugar
solo que por distintos caminos
y sabiéndolo -como la mayoría-
no actuamos conscientes de ello.
A veces tú sonreíste más, a veces lo hice yo.
A veces tuvimos mucha fe y también a veces
en nosotros y en lo eterno dejamos de creer.
¿Qué norte o atajo decidimos tomar?
Da lo mismo, ya fuimos perdonados
y estamos juntos, sin estrategias,
sin provechos, sin envanecimientos
ni pensamientos infectados de miedo.
Unidos como nadie, porque Dios quiso
fundir en un evento, la noche con el día
bendecirnos con agua de la eternidad
y ordenar al universo que nos lluevan
otoños dorados, mariposas y estrellas.
¿Y por qué Él fijarse en nosotros?
Porque a pesar de todo y de tanto
no obstante, los errores y el llanto
en la zona patriarca del alma
nunca permitimos se apagase la vela
del amor que en vida
se nos regaló.
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P-Car
N°1516 – 29.06.2023
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será retirada de inmediato)
Esto es un buen equipo...
ResponderBorrarUn abrazo desde Segovia, Paty.
Dejé una nueva entrada en mi blog.
¡Feliz día!
Así es Marisa, el amor que se siente es lo que más hay que cuidar y proteger. Gracias por venir, un beso y abrazo.
BorrarA veces vos, a veces él, pero juntos siempre. Eso me transmiten tus versos hoy, amiga. Enhorabuena tu poética!!
ResponderBorrarAbrazo hasta allá.
Entre dos que se aman debe existir comprensión y complicidad. Gracias por tus palabras amigo, un fuerte abrazo.
BorrarEl amor no debe apagarse, pero...
ResponderBorrarUn abrazo.
Hola amigo, gracias por regalarme tu pensamiento. El amor a veces se apaga, a veces se sostiene por un largo tiempo y a veces nos acompaña para siempre. Te mando un gran abrazo.
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