Brazos
fuertes de mi amado hombre…
que
abrazan y protegen todo mi ser…
labios
dulces que juegan con los míos…
manos sabias
que despiertan mi placer.
Dame tu boca
para brindarte mis besos…
déjame
bajar por los caminos de tu piel…
dame
permiso para inquietarte entero…
entregémonos
amor en este amanecer.
Sensibilidad exquisita al sentirnos intensos…
que
humedece el cuerpo y agita el corazón…
deseos
profundos de explotar muy unidos…
a través
del ardor y la infinita pasión.
Tu virilidad
clama con energía y poder,
los
secretos de mi femenina intimidad,
la recorres
con cariño una y otra vez,
para disfrutar
su dulce profundidad.
Lo que los
sentimientos ansían decir…
lo gritan
nuestros cuerpos al desear…
y
completamente a más intenso sentir…
dulce
Ángel, ya tu miel tengo en mí…
P-Car
Escrito 22.08.09
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