Lo que antes era
azul y dorado
hoy es gris y
sepia.
Lo que veía como
horizonte
hoy carece de sur
y norte.
En mis blancos
pensamientos
corren cascadas
de sangre.
Entre mi corazón
y mi estirpe
se está formando
un despeñadero.
¿Podrá mi bella
totalidad
volver a ser
como antaño?
Ya nada es firme
y moderado
y alguien tiene la
culpa.
Si él construyó
su órbita con varillas
¿por qué viene y
tuerce mi universo?
Aparece cual
pequeño inocente
en busca de su nido
de oro y mirra:
ese paraje llamado
sentimiento
que siempre acopia
su aroma.
Y me mira triste.
Y tiembla de
frío.
Y provoca al
instante
la suave sonrisa
de la niña
abandonada en mi
alma.
Y la magia de besarnos,
el éxtasis de
tocarnos,
la primacía de
amarnos,
me hace olvidar
todo lo malo.
Pero dramáticamente
rápido,
olímpico, despega
de nuevo.
Ni se entera lo que
es morir la muerte
de tenerlo y perderlo…
reiteradamente.
Y perder el color
del día y la noche
y perder la
noción de los horarios
y perder… la alegoría
de la vida.
Tenerlo, sonreír
y amarlo.
Perderlo, llorar
y odiarlo.
Tan
profundamente y tantas veces morí
que, a veces,
suspirando, creo no existir.
Y pensando que
mi querer no merece
presiento se aproxima
otra muerte.
No, no permitan siga
falleciendo,
que por amar y
amar, no lo merezco.
Entre todos enderecen
mi mundo al revés
que yo... la
verdad… ya no puedo.
P-Car
Espero que esa sonrisa de la "niña", siga siempre asomando a los labios de tu protagonista.
ResponderBorrarUn abrazo y feliz domingo.
Cada vez que esa niña asoma con su sonrisa dulce y cándida, es porque la vida le está otorgando un motivo para sonreír con algo ínfimo pero grandioso. Es una niña, esa niña que todos guardamos en el alma.
BorrarGracias amigo, que tengas una estupenda semana.
Jamás vas a fallecer el amor siempre te salvaráñ ese licor que tu alma esparce por donde pasas hasta tu infinito , el infinito , precioso y profundo poema, mil besos desde mi brillo del mar
ResponderBorrarHola amiga. El fallecimiento tradicional debe ser algo maravilloso, ya que desde mi fe y creencia, pasamos en espíritu a una dimensión muy placentera. En mi poesía, me refiero a sentirse tan mal en vida, tan tan mal... que a mi protagonista le parece estar enfermando de muerte...
BorrarNadie merece, claro está! Besos querida Bea, que estés muy bien.
Cuanto sentimientos encontrados en este precioso y bello poema.
ResponderBorrarUn abrazo.
Hola Agapxis, de verdad la vida nos enfrenta muchas veces a nosotros mismos, no es fácil resolver ya que se ponen cara a cara, el amor y la mente, dos entidades que si están de acuerdo todo resulta perfecto, pero que si no lo está, viene el caos emocional.
BorrarNada que no tenga solución, porque Dios es el que hace y deshace.
Besos querido amigo, buenos trazos y linda luz para tus cosas.