Cuántas madrugadas clamé por tu mirada
cuántos ocasos rogué al cielo un encuentro.
Cuántas horas mías lloraron por tus horas
cuántas, mis silencios desearon tus palabras.
Y cuántas… oh… ¡cuántas, cuántas!
mis labios empalidecieron sin tu boca.
Y ahora que te acercas sin un aviso y me miras fijo
requiriendo una hacedora del perdón de tus fallas
y ser tú, el dueño de mis pensamientos y destino,
de mi creencia y eje, de mi conciencia y mente.
Ahora que mi sueño, me llega así de repente
y he escuchado tu gran discurso atentamente
nada más quiero quedarme de nuevo a solas
con la pasión y el amor de mi vida y muerte.
Amor que me ampara, amor que me escucha,
amor que me entiende, amor que me acepta.
Amor que el alma y el corazón me provoca,
que con un suspiro, mi cuerpo entero toca.
Amor que siempre me admira tal cual soy,
amor que me hace sentir bella y grandiosa.
Amor que, pase lo que pase en la realidad,
nunca jamás renuncia ni me abandonará.
He de retroceder, sin más demora
donde pernocto y sublima mi hado,
donde todo lo que llega y acontece
inocuo, dulce o agrio, es aceptado.
¿Tú? continúa con tu plan y finalidad
con lo que insistes en mí transformar
que yo ahora mismo me vuelvo a mi…
¡incondicional sempiterna soledad!
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P-Car
Paty Carvajal-Chile
Derechos Reservados
Propiedad Intelectual
Imagen: Adam Martinakis
En virtud del próximo Día de la Mujer, esta creación es un homenaje a las todas las mujeres -igual de amorosas que inteligentes- que valoran y defienden su integridad física, emocional y espiritual. Un abrazo con admiración y amor a todas las mujeres de la tierra y del cielo. Paty Carvajal.
En virtud del próximo Día de la Mujer, esta creación es un homenaje a las todas las mujeres -igual de amorosas que inteligentes- que valoran y defienden su integridad física, emocional y espiritual. Un abrazo con admiración y amor a todas las mujeres de la tierra y del cielo. Paty Carvajal.
Un abrazo en la tarde.
ResponderBorrarHola amigo, gracias por venir y brindarme tu cariño.
BorrarYo también te abrazo.
Hablas de un amor que se vive en soledad, de un amor latente por encima incluso de lo físico, grandioso, que llena y satisface, un sentimiento especial que pocos logran alcanzar, un amor que comprende, otorga y perdonas, se afronta sin necesitar y sólo anhela en su permanecer hasta el final.
ResponderBorrarA veces, muchas veces creo haber alcanzado algo parecido, pero siempre me doy cuenta que se me rompe esa magia cuando pido y necesito.
Un bello poema, con un gran y meditado sentimiento.
Un abrazo PATY como siempre un placer leerte.
Hola Agapxis, cuánta razón amigo, cuesta no pedir porque uno tiene anhelos y necesidades, pero en realidad el amor debe tener movimiento y oxigeno, de lo contrario comenzamos a achicar la pista de baile. Las necesidades debemos analizarlas y ver de dónde nacen para luego sanarlas por nuestra cuenta. Quien llega a nuestra vida y nos ama no es responsable de lo que nosotros llevamos quizás desde cuando. Es simplemente otro ser humano con sus propias virtudes y sombras, caminando en el mundo y la vida que le tocó. Lo lindo es darse la mano, pero hay manos que no se abren, con objetivos diferentes a la complicidad y esas almas perdidas hay que dejarlas de lado porque tampoco es nuestra responsabilidad ni tenemos las facultades para enderezarlas. Es cierto, uno puede amar mucho en su soledad, pero probablemente ese amor se esfume lentamente al no tener el alimento que requiere para sostenerse en el tiempo. Gracias amigo, por tus pensamientos que siempre me develan que lees con detalle mis letras y eso me encanta, me anima y me hace sentir muy bien.
BorrarUn poderoso abrazo con mucho cariño.