Entiendo, pero
me cuesta aceptar,
que todo deba
seguir sucediendo:
el bullicio, la
agitación, el tiempo.
Regar el
jardín, sacar la basura,
pagar deudas,
hacer la limpieza.
No sé cómo
hacer
para que todo
se detenga.
Que nadie
hable, que nadie se mueva, que nada funcione,
que las
empresas cierren, que los semáforos se apaguen,
que los
perros no ladren, que nadie golpee mi puerta.
Me pregunto
cómo el mundo
no deduce, no
percibe…
que estoy triste…
así de triste…
Que hoy, no
razono;
que así, todo
me afecta.
Que no puedo,
ni quiero,
hacer nada
más que estar
tiesa,
desterrada, helada e…
¡inevitablemente
triste!
¡obsesivamente
triste!
¡fatalmente
triste!
¿Y tú? (sí… ¡tú!)
¿Lo entiendes?
.
.
.
P-Car
Paty Carvajal-Chile
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